Miles de agricultores holandeses descendieron a la capital de los Países Bajos para protestar contra las onerosas restricciones ambientales que amenazan sus medios de vida.

Las manifestaciones se desencadenaron después de que el gobierno de coalición propuso que "la ganadería holandesa debería reducirse para cumplir con los compromisos de reducir las emisiones de nitrógeno", informa Dutch News NL.

Las protestas parecen tener un amplio apoyo de la población holandesa.

Las escenas recordaron los primeros días del movimiento del chaleco amarillo en Francia, que también fue en parte una reacción rural a los impuestos ambientales.

Y es que, a pesar de una ofensiva de propaganda global centrada en amplificar la retórica climática alarmista, con personas como Greta Thunberg, la gente trabajadora común parece rechazar la opresión…