José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, no frena su chulería ni en la crisis del coronavirus. Este miércoles, en su comparecencia ante la Comisión sobre las materias de su Departamento del Senado, ha señalado entre risas que “la AP-7 es mejor que nunca”. Olvida que ¡ahora la pagamos todos!, pues como saben, el Gobierno se propuso acabar con las autopistas de peaje y asumir su gestión y mantenimiento a medida que van venciendo las concesiones.

Es la vía más importante del Mediterráneo y no parece que vaya tener grandes inversiones. Ábalos ha querido subrayar que se mantiene el compromiso de impulsar el desarrollo del Corredor Cantábrico-Mediterráneo en el tramo Zaragoza-Teruel-Sagunto como un corredor ferroviario de altas prestaciones… especialmente para el tráfico de mercancías, “dado que discurre por territorios que representan más del 20% del PIB del Estado”. En esto se nota y mucho el acuerdo de investidura que alcanzó con Teruel Existe. También ha confirmado que seguirán impulsando los trabajos para completar los grandes ejes de alta velocidad en marcha, como: la conexión con Galicia, Murcia, la Y Vasca, Asturias, Burgos, el tramo Plasencia-Badajoz o el Corredor Mediterráneo. 

Se mantiene el compromiso de impulsar el desarrollo del Corredor Cantábrico-Mediterráneo en el tramo Zaragoza-Teruel-Sagunto como un corredor ferroviario de altas prestaciones

Respecto a Renfe, Ábalos ha señalado que se estudia rebajar el canon que paga a Adif y que se abone en función de las plazas realmente ofertadas en esta crisis provocada por el coronavirus. El ministro ha señalado que así “puede compensar algo las pérdidas” debido al desplome de viajeros, que estima del 46,4% para este año y no prevé recuperación hasta 2023. Además, ha señalado que “es muy positivo que Renfe tenga la vida garantizada” gracias a la liberación, aunque ha reconocido que “también nos gustaría a España poder estar en Francia” y en otros países. 

Paralelamente, Ábalos ha anunciado que se amplía la rebaja de tasas portuarias hasta el 31 de octubre y que ultima con Hacienda la articulación de un fondo que compense las pérdidas del transporte urbano (autobús, metro y tranvía). Asimismo, ha visto bien que AENA aplique alguna bonificación a las tasas aeroportuarias para recuperar tráfico.

Respecto al gestor aeroportuario, el ministro ha comentado que “mantiene sus compromisos de inversión a pesar de que se estima que el transporte aéreo no alcanzará hasta 2022 ó 2023 los niveles de viajeros que presentaba en 2019, antes de la crisis”. De hecho, ya ha reactivado las inversiones de la primera parte de su plan estratégico 2020-2022, “si bien en algún caso las previstas para este año se retrasarán al siguiente”. Además, los efectos de la pandemia retrasarán la puesta en marcha de las ampliaciones de los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, que estaba prevista para 2022.