Sr. Director:

El Congreso hondureño modificó la Constitución de la nación centroamericana para prohibir todos los abortos a pesar de la presión de las Naciones Unidas y los grupos de abortos para bloquear las protecciones adicionales para los no nacidos.

El Congreso modificó la Constitución para prohibir explícitamente el aborto una de las primeras semanas del año. La enmienda prohíbe "la terminación de la vida de los no nacidos por la madre o un tercero bajo ninguna circunstancia" y amplió las protecciones para los no nacidos ya consagrados en el artículo 67 de la Constitución hondureña.

La Constitución reconocía previamente la humanidad del niño en el útero, afirmando que el no nacido "debe ser considerado nacido a todos los efectos dentro de los límites establecidos por la ley", dejando la puerta abierta a las leyes que permiten el aborto en algunos casos.

La enmienda explícita contra el aborto aprobada la semana pasada hace casi imposible legalizar el aborto bajo cualquier circunstancia. Se requiere que tres cuartas partes del Congreso vuelvan a enmendar la Constitución para que el aborto sea legal.

La enmienda amplió el requisito de tres cuartas partes a la prohibición preexistente del matrimonio entre personas del mismo sexo en la Constitución hondureña, que fue adoptada en 2005.

La oficina de las Naciones Unidas en Honduras emitió un comunicado de prensa criticando la enmienda constitucional y pidiendo al Congreso hondureño que "reconsidere" su decisión. "Esta reforma constitucional viola las obligaciones internacionales en derechos humanos", se lee en la declaración de la Oficina de las Naciones Unidas.