Sr. Director:

Algunos de los que ahora hablan de “memoria histórica” son los primeros en olvidar la profunda división que ha caracterizado el siglo XX en España. Apenas terminó la Guerra Civil, la Iglesia empezó a buscar formas para tender puentes. Si tradicionalmente se la identificó con uno de los bandos, la razón es la brutal persecución religiosa por parte de actores que decían actuar en nombre de la República. pero lo cierto es que hubo católicos en ambos bandos y que, ya desde los años 40, grupos como la Hermandad Obrera Católica se mostraron muy críticos con el régimen. Los católicos con diversas sensibilidades prestaron un enorme servicio a España mostrando que les unía algo mucho más profundo que las divisiones políticas existentes entre ellos, y este fue precisamente uno de los principales cimientos de la Transición.