El escándalo de BBVA, FG-Villarejo, ha puesto de moda una de las tendencias más nefastas: la de expolicías y ex miembros del CNI al frente de la seguridad en las grandes empresas. Jodó las que montan.

El ex de Telefónica, Florencio San Agapito, Julio Corrochano (BBVA) Fernández Cernuda (El Corte Inglés), Domingo Martorell (varios, también de El Corte Inglés), Miguel Ángel Fernández Rancaño (Caixabank), etc.

Su especialidad es la de bomberos-pirómanos. Mejor: montan el incendio y luego lo apagan, según la tarifa.

¿Es necesario que la seguridad de las grandes firmas tiene que estar a cargo de antiguos policías y espías siempre al borde de la ley y, sobre todo, al borde de la ética (no digo que la traspasan, líbreme Dios)?