Curioso, cuando menos, que el 75 aniversario de la entrada en vigor de la carta de las Naciones Unidas se haya celebrado en el Palacio de El Pardo, cerca del cementerio de Mingorrubio, donde descansan los restos de Francisco Franco, quien, por cierto, fue el artífice del ingreso de España en la ONU en el año 1955. ¿Casualidad, coincidencia?

Alli, junto a Francisco Franco (Paco), el rey Felipe VI (Pipe) y, por supuesto, la cabeza visible -que no el cerebro, ese es Iván Redondo- del Gobierno español, Pedro Sánchez (Pedro). Sólo faltaba el rey Emérito que ya en su día manifestó que no le importaría trasladarse a vivir al Palacio de El Pardo. En la primera planta, para no coincidir con los turistas, eso sí. 

Tal como nos tiene acostumbrados, el presidente ha hecho gala de su verbo poético -y vacío a la vez- para enfatizar que es el momento de reconstruir mejor y más verde. "Debemos trabajar juntos por una globalización más sostenible y justa, que asegure el pleno ejercicio de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las mujeres".

Durante su discurso, Sánchez ha destacado además que "España es un país con una vocación global" que ve el mundo desde el multilateralismo "para afrontar desafíos globales que no pueden encararse desde el aislamiento".

¿Y Pipe? Escuchaba atentamente.