Ocho mil iglesias fueron cerradas en los últimos siete meses, en Ruanda
Siguiendo una orden del gobierno, ocho mil iglesias fueron cerradas en los últimos siete meses en Ruanda. La decisión de reducir el número de lugares de culto cristianos y musulmanes en el país prevé la clausura de los establecimientos que no reúnan las condiciones de seguridad y sanitarias necesarias para continuar sus actividades, informó la agencia pro-gubernamental Kigali Today Press. Los cristianos ruandeses (católicos y protestantes), quienes constituyen el 90% de la población, denuncian que el gobierno está utilizando la nueva ley para justificar el cierre de iglesias y mezquitas, informa Fides. O sea, anticlericalismo por higiene.
La libertad religiosa es reconocida como un derecho por el artículo 37 de la Constitución de Ruanda de 2003, pero según denuncia la organización World Monitor Watch, las referencias a la religión cristiana han sido eliminadas del preámbulo a la Constitución. Además, durante la conmemoración del genocidio ningún sacerdote o pastor puede intervenir, a no ser que el evento sea organizado por una iglesia, y en las oficinas públicas no se permiten los encuentros para orar.
Según fuentes del Gobierno, las autoridades han decidido cerrar los lugares de culto, en vista de lo que consideran una construcción elevada de iglesias por número de habitantes. Sin embargo, no ha sido tomada en cuenta la alta fragmentación de las aldeas en Ruanda, que están pobladas por un número pequeño de personas. Adicionalmente, muy a menudo, estos pueblos se encuentran a muchos kilómetros uno del otro, y ante la falta de infraestructura que permita conectarlos, los habitantes deciden construir iglesias locales, para evitar caminar 20 kilómetros sólo para ir a Misa.
Nigeria: el ataque de los pastores musulmanes fulani a los cristianos se recrudece. Y encima falsean los motivos
En Nigeria, la lista de ataques (y, en algunos casos, represalias) por parte de miembros de la etnia musulmana fulani contra las comunidades cristianas se ha ampliado. Según información de la Stefanos Foundation (una organización que ayuda a cristianos perseguidos en Nigeria y en el resto del mundo), una serie de ataques el sábado 23 y el domingo 24 de junio de 2018, han resultado en al menos 233 muertes y más de 11.000 personas desplazadas en el estado central de Plateau, que durante años ha sido escenario de sangrientos enfrentamientos étnicos o religiosos. Según el sitio FirstAfrica News, “más de 40 aldeas han quedado completamente desiertas en el área de gobierno local de Barkin Ladi y Riyom como resultado de los continuos ataques”, recoge Aleteia.
Detrás de los ataques en el sur del estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria, se esconde una “agenda islámica para expulsar a las comunidades cristianas indígenas de Kaduna del Sur, para asegurar que los musulmanes hausa-fulani ocupen la zona y dominen todas las cuestiones religiosas, políticas y socioeconómicas”, según un estudio publicado por la organización misionera cristiana Puertas Abiertas.
El hecho de que pueda haber una estrategia o un plan detrás de la violencia inspira a algunas personas a usar el término “genocidio”. Lo que está ocurriendo en el estado de Plateau y en otros estados de Nigeria es “puro genocidio”, escribe el diario The Christian Post, informando sobre un comunicado de prensa publicado el 29 de junio por los líderes de varias denominaciones de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) en el estado de Plateau.
“Rechazamos la narrativa de que los ataques a las comunidades cristianas en todo el país son ‘desacuerdos entre campesinos y pastores’”, dice la declaración, que habla de “falsa propaganda” y “engaño” por parte del Gobierno. “No hay duda de que el único propósito de estos ataques es la limpieza étnica, la ocupación de tierras y la expulsión forzosa de los indígenas cristianos de su tierra ancestral y de su patrimonio”, continúa el documento, denunciando a su vez la impunidad de que gozan los pastores fulani.
India. El cardenal Gracias responde al intento de prohibir la confesión: «Sería una violación directa de nuestra libertad religiosa»
En la India, la Comisión Nacional de la Mujer recomendó al gobierno que se proceda a la abolición del sacramento de la confesión en todo el país con la excusa de que así se evitarán los casos de acoso y chantaje del clero hacia las mujeres, recoge Infocatólica.
En un mensaje que fue difundido a todos los medios, el Card. Oswald Gracias, presidente de la Conferencia Episcopal India (CBCI), respondió con firmeza: “Quedé atónito cuando leí la noticia. Este pedido revela una total falta de comprensión de parte de la Comisión acerca de la naturaleza, significado, sacralidad e importancia de este sacramento para nuestro pueblo; al mismo tiempo, ignora las rígidas leyes de la Iglesia en materia de prevención de los abusos”.
La Comisión Nacional de la Mujer es una agencia del gobierno central, encargada de formular políticas y planes de acción a favor de la mujer en la India. El 26 de julio, ésta difundió un comunicado en el cual se solicita la prohibición de las confesiones porque "dicha práctica podría conducir a un chantaje o extorsión en relación a la mujer". El organismo presidido por Rekha Sharma sostiene que los sacerdotes ejercerían "presiones sobre las mujeres, para que ellas revelen sus secretos".
Para el Card. Gracias, "una prohibición de este tipo sería una violación directa de nuestra libertad religiosa, la cual está garantizada por la Constitución india. Millones de personas en todo el mundo, a lo largo de siglos y siglos, han testimoniado los beneficios espirituales de este sacramento y de la gracia, y del perdón y la paz que se experimentan como resultado, al recibir este sacramento. Confío en que el gobierno hará caso omiso de este pedido absurdo de la Comisión".
Reino Unido rechaza a los refugiados cristianos recomendados por la ONU
Por su parte, el gobierno británico, país n qeu lReina es la papisa de la Iglesia de inglaterra. está fallando a los refugiados cristianos de Siria, afirmó un exarzobispo de Canterbury, recoge Enlace Judío.
Lord George Carey alegó que los funcionarios “políticamente correctos” están “institucionalmente predispuestos” contra los refugiados cristianos, que no están siendo reasentados en el Reino Unido al mismo ritmo que los refugiados musulmanes.
El obispo anglicano retirado dijo que no haber abordado esto equivalía a una discriminación potencialmente ilegal por parte del gobierno británico, que estaría legalmente obligado a actuar si admitía que los cristianos en el Medio Oriente enfrentaban el genocidio.
Las cifras oficiales muestran que menos del 1% de los refugiados sirios reasentados bajo un esquema emblemático del Gobierno en el tercer trimestre del año pasado fueron cristianos, en términos reales, que ascendieron a solo 13 de 1,583 refugiados aceptados, a pesar de que el grupo minoritario ciento de la población siria antes de la guerra civil comenzó en 2011.
Lord Carey, que se desempeñó como arzobispo de Canterbury de 1991 a 2002, dijo que el Gobierno no había cumplido su compromiso manifiesto de apoyar a los cristianos perseguidos en Medio Oriente.
El año pasado, la Cámara de los Comunes aprobó una resolución que establece que “los cristianos, los yazidíes y otras minorías étnicas y religiosas en Irak y Siria están sufriendo genocidio”, pero esta postura no ha sido aprobada oficialmente por el Gobierno.