Ahora, gracias a la Ley Trans, otro 'éxito' de Irene Montero junto con el Sólo sí es sí, la reclusa
El reo -hoy rea- fue condenado a cuatro años de prisión por abuso sexual (hoy, agresión sexual) a una menor de 16 años con quien mantenía una relación afectiva durante la cual tuvieron dos encuentros sexuales «consentidos» a raíz de los cuales la adolescente se quedó embarazada. El penado, al parecer, había asumido «con naturalidad» la paternidad del hijo.
Según los hechos probados de la sentencia, tal como recoge El Norte de Castilla, el hombre, de 48 años, pernoctaba en ocasiones y residía por temporadas en la vivienda de una amiga, en Segovia capital, y conocía a la hija de ella desde la infancia. Ente el huésped y la menor de 16 años «se llegó a conformar una relación sentimental en la que llegaron a mantener en una ocasión dos relaciones sexuales completas plenamente consentidas por la menor». Tampoco consta que entonces la madre (que también estuvo acusada en la causa pero fue absuelta) estuviera en el domicilio cuando estos encuentros sexuales de su amigo con su hija se produjeron ni que «las conociera o consintiera». Indica el fallo que, fruto de estas relaciones, la menor se quedó embarazada y dio a luz un hijo. La menor y su bebé fueron declarados en situación de desamparo por la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León y ambos pasaron al programa de separación provisional y reunificación familiar.
Ahora, gracias a la Ley Trans, otro 'éxito' de Irene Montero junto con el Sólo sí es sí, la reclusa terminará de cumplir la condena por abuso sexual en el centro penitenciario madrileño de Estremera.
Y esto nos recuerda a los casos de Jonathan/Lorena para quien las acusaciones pidieron en su día 42 años de prisión por violar y matar a su prima, Vanessa Santana, a martillazos. Durante el juicio, Jonatan de Jesús se declaró mujer de forma sorpresiva, pidiendo ser llamado Lorena durante las vistas.
Hoy, dos años después de su juicio, en la prisión mixta de Las Palmas II y con una pena a 38 años de cárcel impuesta por el Tribunal Supremo, Lorena Robaina Santana pasa sus días a la espera de completar la transición a mujer. El pasado 28 de febrero, el director de la prisión firmaba una orden interna para que se le llame Lorena en vez de Jonathan y para que disfrute de una celda individual y no tenga que compartirla con otro recluso varón. Actualmente, se encuentra en un proceso de hormonación, luce pelo largo en la cabeza y usa ropa tradicionalmente vinculada al sexo femenino. Además, sólo es cacheada por funcionarias.
Y entre los casos reales de presos trans trasladados a cárceles de mujeres, y sus consecuencias, recordad 'Karen/Stephen', O sea, lo del violador Stephen que se sentía mujer, le internaron en una prisión de señoras y abusó sexualmente de cuatro.
Y también el de Adam/Isla: como Adam violó a dos mujeres, transicionó a mujer -Isla-... y permaneció en una cárcel femenina a la espera de juicio.
Y, otro más reciente, explicado en el programa de Ana Rosa: un caso real en el que un hombre con dos condenas en firme por malos tratos solicita el cambio de sexo. Una de sus víctimas contaba: "él se ha jactado una y otra vez de lo macho que se siente, de lo hombre que se siente vulnerando a una mujer".