Hace unos días les contamos en Hispanidad que la Guardia Civil no podrá ayudarles, pero tranquilos, es por no contaminar el planeta: la nueva flota de motos y coches eléctricos está parada por falta de puntos de recarga y autonomía. 

El desprecio del Gobierno hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es tal que la cosa no ha acabado ahí. Vuelve a ser la Asociación Profesional Guardia Civil (JUCIL) quien lo denuncia en su twitter: 

Desde JUCIL aluden a dos armas: empecemos por las pistolas 'Low Cost' Ramon. El Ministerio del Interior decidió renovar el armamento de la Guardia Civil, pero priorizando el precio a la calidad. Qué más dará que los encargados de proteger la seguridad del país y de los españoles vayan armados de manera adecuada.

Las pistolas Ramón registraron numerosos fallos, el sistema de extracción no funcionaba y muchas de ellas se empezaron a agrietar tras disparar apenas 100 balas.Primero se achacaron estos fallos a la fabricación de una de las remesas, de la que era responsable la empresa israelí EMTAN. Pero definitivamente la Guardia Civil ha tenido que devolver las armas porque ni las piezas que envió dicha empresa para que fueran reparadas, solucionaron los problemas. 

El Ministerio parece haber tomado nota y, para la renovación de armamento de la Policía Nacional no han repetido modelo, sino que han elegido las pistolas austriacas Glock. Según informan fuentes del sector, las pistolas Ramón son la imitación de las Glock: por el precio de una austriaca puedes comprar dos israelís, y claro, al Gobierno más derrochador de la historia, le entró la necesidad de ahorrar, y empezó por recortar en el armamento de la Guardia Civil. 

No contentos con ahorrar en pistolas que no disparan y se agrietan, llegan los problemas con los fusiles de asalto. El Gobierno comenzó un proceso de compra de 3.500 fusiles, un concurso al que se presentaron ocho fabricantes y solo dos de ellos no suspendieron las pruebas técnicas.

Algo que podríamos pasar por alto, el problema es que uno de los fabricantes que presentó defectos en el modelo G36 es la alemana Heckler & Koch, y este es el modelo que utiliza la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y algunas unidades de la Guardia Civil. Las pruebas de laboratorio dieron con defectos "críticos", por ejemplo, dejando caer el fusil desde un metro de altura (simulando la altura desde la que caería si un agente la mantuviera en sus manos), el fusil debaja de funcionar. 

Y ojo porque tras todos los problemas, el concurso fue adjudicado a la israelí EMTA, sí la misma que la que fabrica las pistolas defectuosas Ramón: hemos dicho que Interior tomó nota de su error, no que aprendiera de él. 

En resumen, la Guardia Civil no llegará a salvarle porque tenemos que ser los más verdes: si llegan lo harán con pistolas que se rompen y fusiles de juguete porque hay que ahorrar en el gasto público. Pero no se apuren, el Ministerio de Igualdad tiene más de 2.300 millones de euros para comprar pulseras, perseguir al varón y hacer leyes 'chapuza', y eso sí que protege.