El pasado lunes 28 de febrero el periodista colaborador de LaSexta, Público, Gara y Naiz, Pablo González Yagüe era detenido en la frontera entre Polonia y Ucrania y enviado a la prisión de Rzeswów, situada al suroeste de Polonia.

Según la agencia de seguridad polaca, el periodista portaba dos pasaportes y dos tarjetas bancarias rusas con nombres diferentes, y está acusado de ser "un agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor general de la Federación Rusa", según Stanislaw Zaryn, portavoz del Gobierno de Polonia.

La Agencia de Seguridad Interior de Polonia asegura que Pablo González ha realizado operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista, lo que le permitió viajar libremente por el mundo y Europa, incluyendo zonas de conflicto militar y territorios marcados por tensiones políticas”.

Y añaden, que el periodista pudo estar obteniendo información “que, si bien fue utilizada por los servicios especiales rusos, podría haber tenido un impacto negativo directo en la seguridad interna y externa de Polonia, así como en la defensa polaca. Antes de su detención, tenía previsto viajar a Ucrania para continuar con su actividad”.

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha reclamado a Pedro Sánchez que interceda para que se libere al periodista de forma “inmediata”.

El abogado del periodista -también lo es de Carles Puigdemont- Gonzalo Boye, quien fuera condenado por la Audiencia Nacional a 14 años de prisión por colaborar con ETA en el secuestro de Emiliano Revilla, ha declarado que el Consulado de España en Polonia ha informado de que Pablo está acusado de un “delito de espionaje del artículo 130.1 del Código Penal polaco”.

Pablo González se enfrenta a penas de 10 años por espionaje contra la seguridad nacional, y estará en prisión provisional al menos tres meses, ya que las autoridades polacas aseguran haber encontrado numerosas evidencias de la vinculación del periodista con la inteligencia militar rusa.