El padre de Pilar se casó con su cuidadora y fueron a vivir a una propiedad que él donó previamente a sus 2 hijos. El señor fallece en 2.018 y la madrastra se niega a irse si no le pagan 25.000€. Además realquila el piso a okupas y de la cuenta del hombre "no quedó nada", tal como explica su hija.