Hasta ahora, la censura en internet y en las redes sociales era cosa de las propias empresas como Google o Facebook y, aunque contaban con el visto bueno o incluso la colaboración de algunos gobiernos, por ejemplo, el español, que lo hace con entusiasmo, carecía del carácter oficial necesario para convertirlo en algo global.

En otras palabras, la censura global contras las opiniones provida y pro-familia requieren unos estándares digitales, esto es, algoritmos automatizados y la mal llamada inteligencia artificial, para lograr que nadie se salga de la ortodoxia feminista y que el que lo haga sea silenciado rápidamente y acusado de delito de odio.

Y esto es muy relevante porque en el mundo actual, al menos en occidente, si censuras en internet censuras en todas partes, porque todo está en la red, desde homilías dominicales de un sacerdote de pueblo, hasta los discursos de presidentes del Ibex, pasando por los millones de vídeos que circulan por las plataformas y las redes sociales.

Pues bien, según la agencia C-Fam, que informa sobre el terreno, es decir, desde la sede de la ONU, en Washington, la Administración Biden -¡qué raro!- se ha puesto a la cabeza de la manifestación para establecer esos estándares de censura global en los que ya están trabajando Google, Facebook y Microsoft, entre otras tecnológicas, y que se propondrán para su adopción en un acuerdo de la ONU llamado ‘Global Digital Compact’, que será aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre de 2024, si la agenda se cumple como está previsto.

Dicho de otra manera, a partir de septiembre de 2024, la censura contra todos los que cuestionen la ideología de género tendrá el amparo de la ONU y será global. Criticar el aborto, hablar de la familia como la unión de un hombre y una mujer, o simplemente decir que sólo existe el sexo masculino y femenino, podrá ser perseguido globalmente y los gobiernos que se opongan a estos dictados podrán ser perseguidos y sancionados a instancias de Naciones Unidas. Por ejemplo, actualmente, Hungría y Polonia.

Por cierto, la idea de los estándares no es nueva. Ya se lanzó en 2022, durante la Cumbre por la Democracia, en asociación con Dinamarca. Según C-Fam, en aquella ocasión, el Departamento de Estado de EEUU presentó un documento titulado ‘Asociación mundial para la acción contra el acoso y el abuso online por motivos de género’. En él, la Administración Biden asomó la patita y amplió la gama de conductas más allá de las delictivas contra las mujeres.

“Algunas formas de violencia de género facilitada por la tecnología son criminales; otras no lo son, pero no obstante son dañinas”, asegura el Departamento de Estado en una actualización del documento presentado durante la citada Cumbre por la Democracia, de 2022.

Resumiendo, algunos gobiernos, encabezados por EEUU, están trabajando, junto a empresas como Google, Meta (Facebook) o Microsoft para desarrollar los estándares que marcarán la censura contra todo aquel que se atreva a discrepar contra los dictados del Nuevo Orden Mundial (NOM).

Esto se pone todavía más emocionante.