Ultima Hora ha tenido acceso a la versión de los hechos de la mujer acusada de arrojar a su bebé a un contenedor en Manacor. Yolanda se encuentra ingresada en la cárcel de Palma desde que fue detenida por la Policía. 

Ahora su defensa sostiene que la mujer, en ningún momento, sabía que estaba arrojando un bebé a la basura. Los agentes y el informe preliminar aseguran que el bebé nació con vida, pero los abogados de Yolanda cuestionan la versión policial. Y es que el informe del laboratorio recoge que el feto estaba vivo cuando se produjo el parto. 

Según la defensa, Yolanda acudió días antes de producirse los hechos a su ginecólogo por un sangrado y consideran que las declaraciones de los investigadores asegurando que el bebé nació con vida no son apropiadas: "No hay ningún estudio efectuado hasta la fecha que revele ni la causa ni el momento del fallecimiento del feto".

En este caso hay algo más que un terrible suceso en juego, se pone de manifiesto lo absurdo del aborto: si el aborto es un derecho y tiene que ser libre para poder llamarnos progresistas, ¿qué diferencia hay entre matar al niño a punto de nacer en el seno materno o hacerlo en el momento del parto? A eso es a lo que se enfrenta este caso: el bebé nació muerto, por tanto, acúsame de un aborto, que lo solucionamos con 13 meses de multa. 

Pero no es la primera vez que esta 'excusa' se utiliza, recuerden el caso de la mujer acusada de matar a su recién nacido, meterlo en una bolsa y ocultarlo. Su defensa y sus abogados alegaron que el bebé nació ya muerto, por lo que pidieron que se le acuse de un aborto, no de un asesinato. Así, la pena pasaría de prisión permanente revisable, que es lo que solicitaba la Fiscalía, a 13 meses de multa. 

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El aborto es un asesinato porque la vida humana comienza con la fecundación, y si tenemos esto claro, lo que ha hecho esta señora es un asesinato.