Javier Moll, socialista millonario y dueño de Prensa Ibérica, grupo editorial que se disputa la primacía de la prensa regional con Vocento, destituyó el martes 11 a Fernando Garea, socialista como su patrón, como director de El Periódico de España. Nadie se lo esperaba, tampoco Gemma Robles (directora adjunta de El Periódico de Catalunya), nombrada a toda prisa sustituta de Garea.

Javier Moll quiere dar el salto y convertirse en editor nacional, que eso de la prensa regional está muy bien, pero no otorga el caché suficiente y, sobre todo, no influye tanto como le gustaría en la política nacional. Y para ser un diario considerado nacional, tenía que ser editado en Madrid -la edición impresa, se entiende-.

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En cualquier caso, la destitución de Garea -estaba superando los objetivos de audiencia- supone un paso atrás para las aspiraciones de Moll, que ahora fía el proyecto a Robles. Al parecer, a don Javier no le gustó que Garea recordara en Twitter que en 2019, Pedro Sánchez defendió “la reducción del consumo de carne” y la “ganadería ecológica”, en vísperas de las elecciones en Castilla y León.

 

 

Como decimos, entre socialistas anda el juego. Recuerden que Garea fue el hombre de El País en el Congreso durante nueve años, en septiembre de 2017 se marchó a El Confidencial y en 2018 fue nombrado presidente de la Agencia EFE por el Gobierno de Pedro Sánchez, en sustitución de José Antonio Vera, donde estuvo hasta febrero de 2020, cuando Sánchez le destituyó. Ahora, también a través de Twitter, el propio Garea ha explicado su despido como director de El Periódico de España

 

 

Moll quiere ser considerado editor a nivel nacional, pero tiene un problema: para diarios de corte socialista-sanchista ya tenemos a El País. En cualquier caso, se ha atrevido a lanzar un diario en papel, aunque sólo sea en Madrid. Eso ya es algo.