La agencia vaticana Fides publicó un extenso informe en el que señala que, entre los años 2000 y 2017, han sido asesinados 447 misioneros católicos en todo el mundo.

En el informe titulado ‘Jóvenes misioneros testigos de Cristo hasta dar la vida’, dado a conocer por la Oficina de Prensa del Vaticano, se detalla que “en el periodo comprendido entre el 2000 y el 2017 fueron asesinados violentamente 447 misioneros y misioneras: 5 Obispos, 313 sacerdotes, 3 diáconos, 10 religiosos, 51 religiosas, 16 seminaristas, 3 miembros de institutos de vida consagrada, 42 laicos, 4 voluntarios”.

Sin embargo, precisa el informe, “esta cifra es menor de la real porque se refiere solo a los casos confirmados, de los cuales se ha tenido noticia”.

En una entrevista concedida a Fides con motivo de la ‘Jornada de oración y ayuno en memoria de los misioneros mártires’, el Arzobispo Giovanni Pietro Dal Toso, Secretario Adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP), señaló que “en la iglesia antigua hubo muchos jóvenes mártires. Pensando en ellos, podemos decir que el testimonio de fe, y también de sangre, no conoce límites”.

“La llamada al don de la vida toca a cada persona bautizada, y los jóvenes pueden dar un ejemplo precioso. Cuando se es joven, se posee un gran impulso y disposición para dar la propia vida”.

El Prelado dijo además que “hay mucha generosidad en los corazones de los jóvenes. No creo que los jóvenes de hoy sean menos generosos que las generaciones del pasado. La juventud, como las otras etapas de la vida, tienen debilidades endémicas, pero los millennials, los jóvenes de hoy, también muestran generosidad: solo hay que pensar en las experiencias de los jóvenes y voluntarios que viajan a los países de misión”.

En Irán también hay persecución a los cristianos, promovida por su Gobierno

En un discurso ante las Naciones Unidas el 20 de septiembre de 2017, el presidente iraní Hassan Rouhani retrató repetidamente a su gobierno como dedicado a la “moderación y respeto por los derechos humanos”. “En Irán nos esforzamos por construir la paz y promover los derechos humanos de los pueblos y las naciones. Nunca toleramos la tiranía y siempre defendemos a los que no tienen voz. Nunca amenazamos a nadie …”, recoge Israel Noticias.

Sin embargo, Rouhani miente, pues la Lista Mundial de Vigilancia de 2018, compilada por Open Doors, una organización de derechos humanos que destaca la persecución mundial de los cristianos, lo deja claro. Irán se encuentra entre las diez peores naciones donde los cristianos experimentan una “persecución extrema”.

Mientras que la mayoría de la persecución de los cristianos en la región del golfo árabe proviene de la sociedad o de grupos islámicos radicales, la principal amenaza para los creyentes en Irán proviene del propio gobierno. El régimen iraní declara que el país es un Estado islámico chiíta y está expandiendo constantemente su influencia. Los intransigentes dentro del régimen se oponen vehementemente al cristianismo y crean graves problemas para los cristianos, particularmente los conversos del Islam. Cristianos y otras minorías son vistos como amenazas para este fin, y son perseguidos como resultado. La sociedad iraní en su conjunto es más tolerante que su liderazgo, gracias en parte a la influencia del islam Sufi moderado y místico.

La mayor parte de la persecución del régimen iraní parece dirigida contra cristianos protestantes y musulmanes convertidos a ramas del cristianismo, como las cepas evangélica, bautista y pentecostal. Debido a que se les niega el derecho a construir iglesias, los cristianos a menudo recurren a reunirse y adorar en secreto. Los informes de que las autoridades iraníes irrumpen en tales reuniones de iglesias en casas, arrestan y arrastran a muchos, si no todos, los cristianos actuales se han vuelto cada vez más comunes.

Los cris­tia­nos de la In­dia re­zan por el fin de las per­se­cu­cio­nes

Algo similar a lo que ocurre en Irán acontece en la India, donde, si los cristianos no se con­vier­ten al hin­duis­mo, “de­ben irse de aquí”, que es una de las ha­bi­tua­les ame­na­zas que re­ci­be la co­mu­ni­dad cris­tia­na. La vio­len­cia en la In­dia con­tra los cris­tia­nos es cada vez más ex­plí­ci­ta y ra­di­cal, informa la agencia Asic.

En los pri­me­ros 5 me­ses de 2018 fue­ron re­gis­tra­dos 101 epi­so­dios de vio­len­cia con­tra la co­mu­ni­dad cris­tia­na, así como ame­na­zas e in­ti­mi­da­cio­nes. Tam­bién, se ma­ni­fes­ta­ron ata­ques y agre­sio­nes con­tra en­cuen­tros pa­cí­fi­cos de cris­tia­nos reuni­dos en ora­ción, que afec­tan es­pe­cial­men­te a mu­je­res y ni­ños.

Per­se­cu­tion Re­lief ha lle­ga­do a con­tar más de 1.200 en los úl­ti­mos dos años; de los cua­les cer­ca de 60 fue­ron re­gis­tra­dos en sólo nue­ve me­ses en Ut­tar Pra­desh, el Es­ta­do go­ber­na­do por un santón hin­dú, fa­mo­so por su hos­ti­li­dad ha­cia los que creen en Cris­to.

Se­gún in­for­mó Asia­News, el pas­tor Shi­bu Tho­mas, fun­da­dor de ‘Per­se­cu­tion Re­lief’, afir­mó que cien­tos de mi­les de per­so­nas han par­ti­ci­pa­do en una semana de oración pi­dien­do la li­be­ra­ción de apro­xi­ma­da­men­te 100 pas­to­res y fie­les que se en­cuen­tran re­clui­dos en cár­ce­les, acu­sa­dos fal­sa­men­te de rea­li­zar con­ver­sio­nes for­za­das.

Esta si­tua­ción en In­dia, es en de­fi­ni­ti­va el re­la­to so­bre el su­fri­mien­to de vein­ti­cin­co mi­llo­nes de cris­tia­nos en un país de mil dos­cien­tos mi­llo­nes de ha­bi­tan­tes, don­de la re­li­gión ins­ti­tu­cio­nal es la hin­dú.

Y en este con­tex­to, re­sue­nan las pa­la­bras del Papa Fran­cis­co de­nun­cian­do el dra­ma de la per­se­cu­ción de los cris­tia­nos, como lo hizo el 26 de di­ciem­bre de 2016, a la hora del rezo del Ánge­lus en la pla­za de San Pe­dro.

“Los már­ti­res de hoy son más que los de los pri­me­ros si­glos. No lo ol­vi­de­mos. El mar­ti­rio cris­tiano con­ti­núa en la his­to­ria de la Igle­sia has­ta nues­tros días. El mun­do odia a los cris­tia­nos por la mis­ma ra­zón que odia­ban a Je­sús por­que ha lle­va­do la luz de Dios a un mun­do que pre­fie­re las ti­nie­blas para es­con­der sus obras mal­va­das. Por esto, hay opo­si­ción en­tre la men­ta­li­dad del Evan­ge­lio y la mun­da­na”, dijo el San­to Pa­dre des­ta­can­do que tam­bién la Igle­sia para dar su tes­ti­mo­nio de la luz y la ver­dad, “ex­pe­ri­men­ta en va­rios lu­ga­res du­ras per­se­cu­cio­nes, has­ta la su­pre­ma prue­ba del mar­ti­rio”.