El pleno del Europarlamento ha aprobado en el martes 14 de septiembre un documento -no vinculante- exigiendo que todos los países de la UE, aunque no tengan legalizado el matrimonio homosexual, acepten los "matrimonios" del mismo sexo formalizados en otros países, la paternidad de grupos del mismo sexo que obtengan niños en otros países y, en general, que cedan ante las redefiniciones de familia y maternidad que lleguen de otros países, recoge Religión en Libertad. 

El texto asume al cien por cien toda una batería de postulados de ideología de género, LGTB y transexualidad contrarios a la familia natural y el derecho de los niños a tener padre y madre.

 De los eurodiputados españoles, sólo los de Vox votaron en contra

El texto habla una y otra vez -hasta 12 veces- de las "familias arcoíris". Pide reconocer como padres a quien diga la "partida de nacimiento" del país (lo que también abre la puerta al negocio de adquirir niños extranjeros por vientre de alquiler, como hacen muchos homosexuales varones ricos).

La votación resultó en 387 votos a favor, 161 en contra y 123 abstenciones. Desde España, los eurodiputados del PP se abstuvieron ante este texto gravemente anti-familia. Los 4 eurodiputados de Vox fueron los únicos españoles que votaron en contra. El resto de diputados (de Ciudadanos, nacionalistas, etc...) votaron alineados con el lobby LGBT. Vox en el Parlamento Europeo está englobado en el Grupo de Conservadores y Reformistas, explica Religión en Libertad. 

El texto asume al cien por cien toda una batería de postulados de ideología de género, LGTB y transexualidad contrarios a la familia natural y el derecho de los niños a tener padre y madre

En la nota de prensa que ha emitido el Europarlamento se lee: "La Unión Europea debe eliminar todos los obstáculos a los que se enfrentan las personas LGTBTIQ para ejercer sus derechos fundamentales, incluido el derecho a la libertad de movimiento, mientras que los gobiernos europeos deben reconocer los matrimonios o uniones civiles formadas por personas del mismo sexo en un Estado miembro".

Y también desprecia las Constituciones de los distintos países proclamando: "el Derecho de la Unión prevalece sobre cualquier tipo de legislación nacional, incluso sobre disposiciones constitucionales en contrario, y que, por lo tanto, los Estados miembros no pueden invocar ninguna prohibición constitucional del matrimonio entre personas del mismo sexo ni la protección constitucional de la «moral» o el «orden público» para obstaculizar el derecho fundamental a la libre circulación de las personas dentro de la Unión vulnerando los derechos de las familias de arcoíris que se instalan en su territorio". 

Los eurodiputados, dice la nota, instan a Bruselas a mantener la presión y utilizar todos los instrumentos a su alcance contra Hungría y Polonia, no solo mediante expedientes de infracción sino también con medidas provisionales o el bloqueo de fondos. También mencionan a Rumanía.

El documento, en su punto 14, pide a la Comisión “que aborde la discriminación sufrida por la comunidad LGBTIQ en Polonia y Hungría con el fin de instar a los Estados miembros a aplicar y respetar correctamente la legislación de la UE en este ámbito; pide al Consejo que reanude los debates sobre los procedimientos contra Polonia y Hungría en virtud del artículo 7 del TUE, inclusive sobre los derechos de las personas LGBTIQ; recuerda su posición de 17 de septiembre de 2020 y pide a la Comisión que haga pleno uso de los instrumentos de que dispone para hacer frente al claro riesgo de grave vulneración por parte de Polonia y Hungría de los valores en los que se fundamenta la Unión, en particular de los procedimientos de infracción acelerados y de las demandas de medidas provisionales ante el Tribunal de Justicia, así como de los instrumentos presupuestarios; pide a la Comisión que informe con regularidad al Parlamento y lo asocie estrechamente al proceso". 

Marek Suski, diputado de Ley y Justicia, el partido que gobierna Polonia, respondió a la votación recordando que redefinir el matrimonio en su país "es imposible porque la Constitución no lo permite y mientras estemos en el poder no lo consentiremos", declaró en radio ZET. Insistió en que según el artículo 18 de la Constitución polaca "el matrimonio es una alianza entre una mujer y un hombre”, concluye Religión en Libertad.