Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución -incluso genocidio- contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.

Esta semana empezamos en Filipinas, donde el maestro católico Mark Christian Malaca (39 años) fue asesinado por individuos desconocidos el pasado 4 de noviembre, informa la agencia Fides

Los agresores, que iban vestidos con chaquetas negras, cascos y máscaras, se acercaron al profesor de la St. Stephen Academy de Laur, y le descerrajaron varios tiros. 

En este momento las autoridades filipinas han iniciado una investigación, pero no se descarta un móvil religioso por su fe cristiana y su compromiso con la educación.

El obispo de la diócesis de Cabanatuan, monseñor Prudencio Andaya, ha exigido a las autoridades «llevar a cabo una investigación rápida, imparcial y transparente para determinar los responsables», y que «prevalezcan la justicia y la verdad».

Por su parte, la St. Stephen Academy ha pedido «que se haga justicia». «Esto no ha sido solo un ataque a una persona, sino también a la dignidad de la profesión docente y al espíritu de la educación». Cada ciudadano está llamado a «defender firmemente la justicia y promover la paz y el respeto por cada profesor que cumple fielmente su misión». «El recuerdo de Malaca seguirá siendo una luz y una inspiración en nuestra continua lucha por la verdad y el bien», concluye el comunicado.

Nuestro siguiente destino es Nigeria, donde operan las milicias islamistas de los pastores musulmanes Fulani o grupos yihadistas como Boko Haram o la facción del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), que se dedican a atacar a los cristianos…, ante el escandaloso silencio de Occidente y con la complicidad del Gobierno nigeriano, dominado por los yihadistas. En los últimos meses, se viene recrudeciendo la persecución a los cristianos. 

En ese contexto, el seminarista Emmanuel Alabi, que había sido secuestrado en verano, falleció como consecuencia del maltrato sufrido durante la huida tras el secuestro, informa Fides

El 10 de julio pasado, unos individuos armados entraron en el Seminario Menor de la Inmaculada Concepción, en Ivianokpodi, en la diócesis de Auchi, estado de Edo (sur del país) y, tras asesinar a un guardia de seguridad, secuestraron a tres seminaristas., de los cuales dos ya habían sido liberados. 

El canciller de la diócesis de Auchi, padre Jude Sule Auchi, explicó: “Según la información proporcionada por el seminarista menor que recuperó la libertad, durante la marcha forzada impuesta por sus secuestradores, Emmanuel, que había resultado herido durante el asalto al seminario, se sintió agotado y no pudo continuar el viaje con los secuestradores”. “En consecuencia, fue abandonado en un lugar determinado. Cuando los secuestradores regresaron al día siguiente para recogerlo, descubrieron que había fallecido”. 

En la India, gobierna el partido ultranacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), de carácter nacionalista-panteísta, el del actual presidente, Narendra Modi, y un partido que o bien se dedica a perseguir a los cristianos, o bien lo fomenta o bien hace la vista gorda cuando ello sucede. 

Según el informe de ACN sobre libertad religiosa, referido al año 2025, “existen problemas graves como las restricciones gubernamentales, entre ellas las nuevas leyes, más estrictas, contra la conversión y el continuo uso indebido de la Ley de Regulación de las Contribuciones Extranjeras para limitar el funcionamiento de las ONG religiosas. Por todo ello, las perspectivas para la libertad religiosa en la India siguen siendo negativas”.

En ese contexto, en el estado de Chhattisgarh aparecieron unos carteles en algunas aldeas prohibiendo la entrada a predicadores y «cristianos conversos», recoge Infocatólica de Asia News

Encima, el Tribunal Superior de Chhattisgarh rechazó dos peticiones exigiendo que se retirasen, con la excusa de evitar un supuesto proselitismo de los cristianos. Según el Tribunal Superior, «aparentemente, los letreros fueron instalados por las respectivas Gram Sabhas (asambleas de aldea) como medida de precaución para proteger los intereses de las tribus indígenas y del patrimonio cultural local».

En un comunicado, la Iglesia siro-malabar pide una nueva apelación: «En un país donde los linchamientos, los asesinatos, la persecución de dalit y adivasi, y la imposición del llamado ‘ghar wapsi’ (el retorno al hinduismo) no están prohibidos, este veredicto debe ser llevado ante la Corte Suprema». «Con la colocación de estos carteles que prohíben la entrada de pastores y cristianos conversos en algunas aldeas de Chhattisgarh, ha comenzado una nueva ola del sectarismo institucionalizado».