
Hace tan solo tres días les contamos la historia de Carmen. Con 88 años tuvo que poner su vivienda en alquiler al romperse la cadera y necesitar pagar una residencia para recibir cuidados especiales. La que era su inquilina se ha convertido en su inquiokupa, se niega a marcharse y asegura que al "vivir en España, todos tienen sus derechos". Y ayer miércoles les hablábamos de Josefina, con 86 años: tiene una inquiokupa, declarada vulnerable, le adeuda 30.000 euros mientras ella vive con una pensión de 800. Ambas se ven ahogadas por las deudas mientras sus okupas viven a su costa y tienen que hacer frente a los suministros e impuestos. Ayer jueves les contábamos la historia de Federico, un señor de 78 años tiene que volver a trabajar... por la deuda de su okupa.
Todos estos casos muestran cómo el Gobierno usa a la población como escudo social, ante el problema de la vivienda. Y hoy viernes nos hacemos eco de tres nuevos casos en las mismas condiciones.
"Una inquiokupa nos ha destrozado la jubilación: nos debe más de 15.000 euros", son palabras de María Elena Collado y José María Pérez, propietarios de un piso en El Toro (Calvià). Cuentan su caso a Última Hora, llevan sin cobrar el alquiler más de un año: "Nos han robado nuestro piso".
Ambos están jubilados, tienen 70 y 77 años respectivamente, y tras una dura vida de trabajo, les tocaba disfrutar de los frutos. Los dos han sido autónomos toda la vida y, a sabiendas de que la pensión sería baja, decidieron comprar un piso para alquilarlo y recibir un extra para tener una vida más desahogada. Lo alquilaron a una mujer inglesa y sus dos hijos. Durante el primer año vivió con ellos un hombre irlandés e hicieron frente al alquiler de 900 euros. El piso cuenta con tres habitaciones, dos baños, cocina y salón amplio en primera línea de mar. Pero hace más de un año dejaron de pagar: "Nos debe 15.000 euros y, encima, tenemos que pagarle el agua, la basura, la comunidad, el IBI...".
Acudieron a un abogado y los servicio jurídicos del Ajuntament de Calvià les ha comunicado que es imposible echarles porque son una familia vulnerable: "Hemos trabajado toda la vida muy duro para poder disfrutar de la jubilación, pero como no podemos cobrar el alquiler y tenemos que pagar los gastos que genera el piso no podemos viajar ni disfrutar de nuestro retiro. Es muy injusto ¿quiénes son los vulnerables?".
"Lo más duro es que la inquiokupa se ríe de nosotros. Nosotros no podemos acercarnos a ella, nuestro abogado nos ha dicho que no se nos ocurra o tendremos problemas legales".
¡Querer es poder! Elena y José María, septuagenarios de #Calviá, recuperan su vivienda inquiocupada gracias a la actuación de la delegada de servicios sociales, Juana María Prats. Queremos más Juanas en política. Gracias #leyantiocupas https://t.co/h91dqMxsPs
— Plataforma Afectados Ocupación (@leyantiocupas) July 15, 2025
Seguimos con Víctor, que ha contado su historia en 'Vamos a ver'. Él y su mujer son víctimas de un inquiokupa en Aranjuez. Su inquiokupa trabajaba para él, hasta que le pidió que le despidiera porque "quería disfrutar de sus hijos". Con el despido le dio 12.000 euros de indemnización, y en ese momento dejo de pagar el alquiler de una casa que Víctor y su mujer necesitan por problemas de salud.
Así llevan dos años y medio, con una deuda de 15.000 euros, el inquiokupa habita la vivienda junto con toda su familia y se niega a marcharse y a hablar con Víctor. Al acudir a la casa, el programa consigue acceder a la vivienda, en la que actualmente sólo viven la mujer y los hijos. Esta asegura que su marido les "ha abandonado":
La inquiokupa durante el programa insiste al propietario con que él puede vivir en otra cas porque esta no es su única vivienda, lo que hacía enfurecer a Joaquín Prat, el presentador: "Es su casa y la quiere recuperar"
"Yo le recomendaría que esto lo solucione con el mediador, porque al final pasa lo que pasa. Malika a quien tiene que pedir responsabilidades es a su señor marido, Víctor no tiene ninguna responsabilidad de la situación de vulnerabilidad en la que está esta mujer. Es que al final es lo de siempre. No puede sentar a un señor de 85 años, cambiar los términos", continuaba Joaquín Prat.
"Llevas dos años y medio sin preocuparte de que yo cobre mi alquiler. Y ahora me dices que si te puedo hacer contrato a ti y además me dices cuál es el precio al que tengo que poner mi vivienda o que si tengo otras viviendas. La vivienda es mía, mi mujer tiene otra o como si quiero tener cuatro. Es mi p*** casa y la quiero recuperar. Esto es demencial", finalizaba el presentador.
💥Esta inquiokupa le exige a un anciano al que debe 15.000€, que le deje la casa al precio que ella fije, y con sus condiciones, porque "él tiene más casas", que se vaya a una de ellas. Ella decide, ¡y encima el propietario excusándose! #VamosAVer15J #STOPokupas pic.twitter.com/O1AmJLMnT0
— Jali #STOPokupas (@jaliroller) July 15, 2025
Y por último tenemos a Rosa y Jesús, un matrimonio de Madrid, que ha visto cómo su casa vacacional en Denia ha sido okupada. Seis meses sin poder disfrutarla, pese a que la compraron con el trabajo de toda su vida, con jardin y piscina, la casa ahora es territorio okupa.
La inquiokupa presentó una nómina falsa para alquilarla, pagó solo los dos primeros meses y, desde entonces, no ha vuelto a pagar. No quiere negociar y se niega a marcharse. El matrimonio no ha vuelto a entrar en la casa y teme por el estado de la misma.
'La mirada crítica' ha podido hablar con Rosa y Jesús: "Estamos desesperados porque nunca pensé que se fuera a portar así. Intentamos negociar con ella, hacemos lo que sea con tal de que se marche, hemos intentado hablar con ella y entrar en nuestra casa, porque ahí tengo todas mis pertenencias".
"Yo tengo movilidad reducida porque tengo una pierna que no me funciona, ya que tengo 27 ganglios cortados porque he tenido cáncer de ovarios y he estado muy grave. Sigo grave porque me ha dado un ataque al corazón, estoy sufriendo mucho".
"He ido a verla dos veces ya, y ahora voy a ir otra vez porque tengo que hacer una reunión de comunidad de propietarios, que soy el presidente, y me ha puesto trabas para darme las llaves que tenía dentro".
La okupa también ha hablado con el programa, la 'pobre' asegura que esto le causa estrés: "A mí me han puesto fecha de desahucio, entonces no sé por qué vienen con todas esas cosas. Yo espero, antes de que lleguen esas fechas, poder haber solucionado mi situación, porque a mí nunca me ha gustado. Todo esto me crea también mucho estrés".
Tres parejas, tres casos que demuestran que los propietarios que sufren inquiokupación están muy lejos de ser grandes tenedores o grandes fondos. Pero pueden estar tranquilos, el Gobierno subirá su pensión. No tendrá casa, pero será feliz.











