
En Hispanidad, venimos apuntando hacia la islamización de las aulas en España, en comunidades como Andalucía o Cataluña. Sobre la primera, informábamos recientemente de que Moreno Bonilla (PP) mantiene su 'sí' a impartir lengua árabe y cultura marroquí en colegios e institutos de la región.
Sobre la segunda, conocemos ahora que 2.000 estudiantes en Cataluña reciben clases de árabe, con profesores enviados por Rabat.
Así lo reconoció la consejera de Educación, Esther Niubó, en una respuesta parlamentaria a Vox.
La mitad de los alumnos asistieron a estas clases en centros de la provincia de Barcelona; otros 400 en Lérida y cerca de 300 en Tarragona y Gerona.
En su día, el portavoz de Vox por Córdoba y portavoz del Grupo Parlamentario en la Comisión de Educación, José Ramírez, advertía de que Marruecos no reconoce la nacionalidad española a sus nacionales y obliga a los alumnos de origen marroquí a mantener su documentación marroquí, lo que evidencia que estas clases no están dirigidas a alumnos españoles, sino a formar ciudadanos marroquíes en territorio nacional.
Además, alertaba de que esta iniciativa promueve una formación ajena a los valores y leyes españolas, dificultando gravemente la asimilación de los alumnos a nuestra sociedad. Ramírez también ha recordado que en Marruecos existen prácticas legales, como la poligamia, que son incompatibles con el ordenamiento jurídico español y que, sin embargo, han generado situaciones anómalas ya en territorio nacional.
Por todo ello, el partido de Abascal considera que este programa supone una cesión intolerable que ninguna administración española con sentido de dignidad nacional debería permitir, y ha reiterado la necesidad urgente de suspenderlo en defensa de la unidad, la soberanía y la integración efectiva en la sociedad española.











