El misionero comboniano Jorge Naranjo, el sacerdote José María Calderón y Gonzalo Echanove han presentado la campaña del Domund de este año / Foto: Pablo Moreno
Este martes se ha presentado la jornada del Domund 2024, que se celebra el próximo domingo 20 de octubre con el lema 'Id e invitad a todos al banquete'.
El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.
Actualmente, hay 1.126 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo. En ellos, se encuentran el 44% de las escuelas de la Iglesia Católica y el 30% de sus instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias…).
Hay 1.126 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo
Con los donativos del Domund, Obras Misionales Pontificias (OMP) ayuda cada año a todos y cada uno de los Territorios de Misión en nombre del Papa.
OMP España cuenta con más de 6.000 misioneros repartidos por todo el mundo y 3.890 aquí, colaborando con la animación misionera. Además, España es el segundo país del mundo -sólo por detrás de EEUU- que más aporta al Fondo Universal de Solidaridad. En total fueron 8.914.063,91 euros en 2023, de un total de 61.402.193.
"En la misión, es mucho más important estar que hacer", afirma el sacerdote José María Calderón
En la presentación, el sacerdote José María Calderón, director de OMP España, ha dicho: «En la misión, es mucho más importante estar que hacer». De hecho, España sigue siendo líder en número de misioneros.
El comboniano madrileño Jorge Naranjo lleva 16 años en Sudán y dirige la universidad católica Comboni College de Ciencia y Tecnología en Jartum (la capital del país africano) desde 2012: «Lo fundamental es estar y estar en un país en guerra adquiere un significado más fuerte». «Me siento bendecido por poder estar con el pueblo sudanés. Este último año [en guerra] ha sido el más bonito de mi vida sacerdotal y misionera, por poder estar y compartir con la gente esta situación. Es fuente de alegría».
«Este último año [en guerra] ha sido el más bonito de mi vida sacerdotal y misionera, por poder estar y compartir con la gente esta situación. Es fuente de alegría», cuenta el comboniano Jorge Naranjo, misionero en Sudán
Por su parte, Gonzalo Echanove, un joven ingeniero vinculado a Hakuna y que dejó su trabajo en una empresa de ciberseguridad para marcharse a Corea del Sur a acompañar el nacimiento de esta realidad eclesial en el país, ha explicado: «He ido a hacer amigos, a ser yo, a disfrutar de mi vida, a hacer familia. No va de lo que hacemos, sino de los que somos». «Las personas viven acomodadas, pero encontramos soledad y falta de amor. Es lo que puede llevar la Iglesia, una gran familia que lo que busca es amar».