"No naciste tonto, sólo estás adoctrinado". Me encanta la frase, que resume las viñetas que pueden ustedes contemplar. En efecto, la consecuencia más grave del coronavirus es el miedo y la sumisión al poder que se ha creado en muchos.

El Covid envejece y vuelve tonto. La verdad es que eso ya casi lo teníamos sin Covid. Una sociedad envejecida y un poco lela

Mientras, los histéricos del Covid se parecen a los fanáticos del cambio climático: no se detendrán jamás. Atacan de nuevo: piden una cuarta dosis para mayores de 80 años... si la tercera dosis aún no ha convencido a nadie y son muchos los que respiran de haber sufrido el virus tras las dos primeras dosis para no haber tenido que colocarse la tercera.

Todo ello porque la incidencia en los mayores de 80 supera los 1.000 casos. Ya, ¿pero son casos graves? No, porque, con bastante sensatez, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, en una entrevista con La Razón, asegura que hasta el otoño ni se plantea la cuarta dosis de vacuna.

Y dice algo más importante: habla de "coincidencia estable con la vacuna" para negar que podamos hablar de una séptima ola. 

Y lo que es más importante: Escudero incide en uno de los engaños más habituales entre los 'expertos' televisivos, los 'margaritos' que hablan de un ola tras otra: "lo que hemos vivido en los momentos iniciales de la pandemia, no se va a volver a repetir". ¡Menos mal que alguien lo dice! 

El peor efecto del Coronavirus es el miedo y la sumisión al poder que crea en muchos

Más. Profundos estudios científicos concluyen que el Covid envejece, en pocas palabras entontece a quien lo ha sufrido. La verdad es que una sociedad envejecida y un poco lela ya la teníamos sin Covid pero es cierto que el virus procedente de China ha acentuado el miedo y, con el pánico a la muerte, la sumisión al poder.

Las medidas contra el Covid no destruyen al virus pero provocan peleas

Pero lo que sí está claro es que el Covid ha roto la armonía social. Lo demuestra el vídeo casero que refleja que las medias contra el Covid no destruyen al virus pero provocan peleas. Por cierto, no hay malos ni buenos, son todos malos. El peor de todos: el grabador clandestino.