Decíamos ayer, que Joan Ramón Laporte, catedrático de Farmacología y exdirector del Sistema Español de Farmacolovigilancia, ojo, a petición de PSOE y Podemos, acudió a la Comisión Covid del Congreso de los Diputados y soltó lo que nadie podía esperar: sobre todo la izquierda bienpensante, martirio de negacionistas. Dijo Laporte que se había mentido mucho sobre las vacunas, sobre su eficacia probada y sobre su seguridad, más de lo primero que de lo segundo. No hizo acusaciones, sólo expresó sospechas llenas de sentido común. No dijo que la gente no debía vacunarse sino que hubiera sido mejor que se mintiera menos y se favoreciera más a los usuarios y menos a Pfizer y Moderna. Vamos que nuestro izquierdista compareciente se dedicó a 'épater le bourgois'. En este caso, más bien a impresionar a los progres.

Y entonces, los cimientos de la civilización del Nuevo Orden Mundial (NOM) -pensamiento único- crujieron: uno de los nuestros nos ha traicionado. Primero: Youtube prohíbe el vídeo de Laporte. No era científico. Naturalmente, cuando oye hablar de ciencia Maldita se da por aludida y con un desatino de grado superior asegura que lo de Laporte no es científico. Los de Maldita son como Hans Küng, quien nunca quizo ser Papa para no perder el don de la infabilidad. De su CEO, la periodista Clara Jiménez, podría recordar aquel viejo epigrama: 

Doña Clara Jiménez ha muerto ya.

Por fin, Dios conocerá la verdad

Los canadienses se cansan de la progre-ciencia: sus camioneros bloquean las carreteras contra la vacunación obligatoria. Son pérfidos negacionistas

Por cierto se acaba de morir Luc Montagnier, uno de los primeros que formuló interrogantes sobre el Covid y del que Maldita dijo que "es igual que sea premio Nobel": se equivoca.

Miren ustedes: Delenda est Google, delenda est Youtube, delenda es Maldita. Acabemos con la censura global y local.

En el entretanto, los canadienses, al parecer gente con menos complejos que los españoles, se han cansado de la progre-ciencia sus camioneros bloquean las carreteras. Seguramente son pérfidos negacionistas pero en algo coincido con ellos: hay que estar chiflado para seguir a Justin Tradeau.