Pensamos que la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigida por el amigo Tedros Adhanom, se ocupaba de nuestra salud. Pero mira, no; se ocupa de que tengamos buen tipo. Ya saben, lo primero es certificar que la obesidad es una enfermedad. A partir de ahí, don Tocino no es que sea un tragón que come demasiado, es un paciente al que debemos ayudar porque tiene 'derecho a la salud'.

La noticia es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de aprobar el uso de los nuevos medicamentos para adelgazar pero como Tedros es comunista, tiene que dejar claro que dichos medicamentos deben salir al mercado a precios asequibles para todos porque, de otra forma no serían iguales los ricos que los pobres. Y eso es grave.

La igualdad de los desiguales es otra desigualdad y la obsesión por la igualdad suele producir bastantes injusticias

Uno diría que lo que debe preocupar a Adhanom es la salud. Por ejemplo, si esos medicamentos para adelgazar no tienen efectos secundarios o que la obesidad sea antes un defecto que una enfermedad.

En todo caso, la igualdad de los desiguales es otra desigualdad y la obsesión por la igualdad suele producir bastantes injusticias.

Esta es una nueva payasada del venenoso payaso Adhanom, pero cuidado con él: es el primer candidato del Nuevo Orden Mundial (NOM) para un nuevo gobierno mundial en materia sanitaria. Como para echarse a temblar.

Es también el personaje que pretende imponer -¡como medida sanitaria!- un aborto mundial obligatorio hasta el momento mismo del nacimiento