(Oído en radio, visto en TV) José García Montalvo, catedrático de Economía Aplicada, dice en RNE que la vivienda volverá a ser un activo refugio

Las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania también se notarán en la vivienda. Hoy conoceremos cuánto se encareció en 2021 la vivienda. En el tercer trimestre ya marcaba un incremento del 4% y no ha dejado de subir en todo el ejercicio. Se esperan unos incrementos del 6% debido a la inestabilidad de los mercados financieros y al encarecimiento de las materias primas, que volverá a convertir la vivienda en un valor de refugio.

En RNE, José García Montalvo, catedrático de Economía, considera que “en el año 2021 hemos visto una aceleración de los precios y hoy los datos darán un 5,2% de crecimiento y la tendencia se mantendrá.” Además, asegura que el crecimiento del coste de la construcción estaba antes de la guerra, pero añade que esta no va a ayudar en nada: “el acero, el cobre e incluso la madera están subiendo de precio rápidamente y afectará a la vivienda nueva. Puede haber incrementos del 10%-15% y los beneficios empresariales no serán capaces de aguantarlo.”

El catedrático ha explicado que los bajos tipos de interés ha sido un revulsivo en el último año. Y añade que debido a la crisis pandémica en España los precios han crecido lentamente y “vamos por detrás de toda Europa”. Y asegura que “no hay tensión en el crédito y sin el crédito no se puede formar una burbuja inmobiliaria”.

En Onda Cero, Carlos Alsina decía: "Somos OTAN, por mucho que le incomode a la infantería morada del Gobierno. A las dos ministras que denuncian la prolongación del sufrimiento de los ucranianos que provoca enviarles armas para defenderse y que siguen siendo ministras del Gobierno que, según ellas, hace eso.

En las conversaciones de paz entre los dos bandos del gobierno, celebradas sin supervisión ni de la UE ni de la OTAN, se alcanzó el lunes una tregua incómoda urgida por el sector yolandista, que aspiraba a encarnar el laborismo en España pero de momento sólo encarna el equilibrismo.

A la ministra morada Montero se le preguntó ayer en la rueda de prensa por la diplomacia de precisión y los partidos de la guerra, las dos aportaciones que ha hecho al debate europeo sobre Ucrania. Pero subió por la banda la ministra portavoz, se hizo con el balón y se lo quedó para ella.

Seguro que la ministra Montero estará encantada, pero igual podía habérselo dejado decir a ella. Cunde la impresión de que los demás ministros, yolandismo incluido, empiezan a tratar a la pareja Belarra-Montero como si estuviera necesitada de supervisión o de tutela".

En la COPE, Carlos Herrera decía: "Qué bien te va a venir a ti lo de Ucrania, me parece a mí, para justificar a partir de ahora todo el desastre que haya en la economía española, que ya apuntaba maneras antes de que Putin invadiera Ucrania. La inflación pronto va a romper la barrera de los dos dígitos, pero es que antes de la guerra ya estaba en 7,4, después llegará a 10, cosa que no ocurre desde 1985 y Ucrania tendrá la culpa de todo como la tenía en su día el Partido Popular". (...)

Es verdad que Ucrania le va a ir muy bien a este gobierno para camuflar su fracaso económico, pero la realidad es la que es. Una inflación próximamente en sus pantallas de dos dígitos, lo cual es tembloroso".

En Onda Cero, Fernando Ónega reflexionaba en 'Más de uno' sobre la insatisfacción del presidente Sánchez con la carta del rey Juan Carlos sobre su futura vuelta a España "Siendo muy mucho generoso que diría Rajoy, digamos que 50-50. Contrariedad, porque Sanchez tiene impulsos éticos y desde esos impulsos tiene que ir más allá que la Fiscalía y abrir el proceso político que sustituya el judicial que no pudo ser. Yo haría lo mismo: pide explicaciones por segunda vez, y se queda con la conciencia tranquila.

Y hay un 50 por ciento de puesta en escena curiosamente por lo mismo: porque queda bien con parte de su electorado, que no le perdonaría que aplaudiese la carta del emérito como hemos aplaudido otros. Aquí la cuestión es si puede haber esas explicaciones sin hacer un espectáculo de varietés.

Miremos antecedentes: cuando solo se hablaba de líos de faldas, creo que fue Leguina quien dijo: “de las noches del rey, la única que me importa es la del 23-F”. Ayer, al conocerse la carta de Su Majestad, un poderoso paisano gallego envió a Abu Dabi un mensaje que recuerda lo dicho sobre la fabricación de las salchichas: “entre las cosas que es preferible no conocer, están las suyas, señor”.

Y yo, a la vista de lo complicado que es saber, por ejemplo, por qué se regalaron 65 millones a una dama de alta cuna, aporto lo que recuerda hoy un amigo mío en La Voz de Galicia: lo que dijo el diputado Iglesias Corral para explicar un golpe de estado autonómico en el Parlamento gallego. Subió al estrado y con solemnidad proclamó: “señoras e señores deputados, pasóu o que pasóu”. Pues lo del emérito es eso: “pasóu o que pasóu”.

En la SER, José Luis Sastre reflexionaba: "Nos han dicho que vienen tiempos duros, como si viniéramos de tiempos fáciles. El año pasado, los precios subieron el doble que los salarios. El megavatio nos recuerda a diario el nivel al que llegarán los precios y ayer, para anunciar que veta la energía rusa, Joe Biden advirtió de que sus decisiones tendrán efectos en la economía de todos. Esta es una frase relevante: "Defender la libertad tiene un coste". Hemos pasado una crisis, una pandemia y ahora Europa se enfrenta a una guerra. Esta generación sabe de costes. Lo que será clave es el reparto de los sacrificios. Si cuando hablamos del pacto de rentas se habla sólo de los salarios. Si cuando el propio gobierno cuestiona los beneficios que incrementan ahora las eléctricas llegará a tiempo de convencer a Bruselas para que cambie un mercado que nadie entiende. Si, en definitiva, los costes no aumentan algo que hemos aprendido que es crucial: la desigualdad. A más desigualdad, más extrema derecha.

Y algunos, que fueron aprendices de Putin, andan ya merodeando. Aunque acaben como acabó ayer Salvini: humillado en Polonia por quienes le recordaron que la memoria perdura más que los principios de algunos".

Oksana Vysochyn vive en España pero se ha quedado atrapada en Ucrania mientras cuidaba a su abuela. EN Antena 3, ha declarado: "Pedimos por favor que cierren el cielo. Nos atacan por la noche, pero sobre todo por la mañana”. “Aunque pudiera abandonar el país no lo haría porque no puedo llevarme a mi abuela".