El pasado 5 de diciembre se celebraba el Día Internacional del Voluntariado, pero sería necesario que se conmemorara más a menudo. Y es que solo lo practica el 6,2% de la población española, un porcentaje que se traduce en 2,5 millones de personas. Voluntariado es una palabra que no existe en el Diccionario de la Real Academia Española, pero sí voluntario, con la que se hace referencia a la persona que se presta a hacer un trabajo o servicio por propia voluntad, sin esperar a que le toque su vez. Por tanto, por voluntariado se entiende el trabajo o la labor de las personas que sirven a una comunidad o al medio ambiente por decisión propia y libre, así como el conjunto de dichas personas.

El 6,2% de la población, cifra similar a la del año pasado, lo que supone un cierto estancamiento

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En nuestro país hay 2,5 millones de voluntarios, según el último informe elaborado por el observatorio de la Plataforma del Voluntariado en España (PVE), cifra similar a la del año pasado, lo que supone un cierto estancamiento. El 62% del total son mujeres de entre 25 y 34 años, con un nivel educativo alto.

El ámbito con mayor demanda de voluntarios es el social, seguido del sociosanitario y del educativo. El informe refleja la buena imagen que la población española tiene del voluntariado, pues un 88% las ve como personas solidarias, el 66% cree que quieren cambiar el mundo, mientras que sólo un 18% piensa que son ingenuas y un 15% que son interesadas. Por su parte, para un 33%, los voluntarios están muy politizados y un 38% considera que tienen profundas creencias religiosas. 

El ámbito con mayor demanda de voluntarios es el social, seguido del sociosanitario y del educativo

Con el Manifiesto del Voluntariado 2018 que ha hecho la PVE quieren reivindicar un espacio propio para la solidaridad. “En un mundo que devora continuamente todo lo que no sirve, reclamamos el valor de las pequeñas cosas. De esos gestos sencillos que engrandecen la vida. Frente a la cultura de la individualidad y el egoísmo apostamos por un lugar de encuentro entre las personas, donde se extiendan entre la ciudadanía valores como la igualdad, la diversidad, la empatía, la implicación o el altruismo”, se afirma. 

Foto notiica 04.12.2018 Copy Cáritas Internationalis

Asimismo, señalan que “hablar de voluntariado es hablar de solidaridad, de transformación social. Es contar la historia de personas que apoyan y empatizan con otras personas”. “Colaboramos, creemos y creamos un mundo donde cuenten todas las personas. Somos una legión imparable dispuesta a seguir cambiando el mundo”. Y para que el voluntariado sea motor de cambio piden a los poderes públicos que les tengan presentes en su agenda política, que apoyen sus investigaciones, así como la presencia del voluntariado en todas las etapas educativas.

Una legión imparable dispuesta a seguir cambiando el mundo y para que esto sea posible necesitan apoyo de los poderes públicos 

Pero esta labor del voluntariado no es ajena a las nuevas tecnologías y la PVE ha lanzado la primera herramienta que conecta a toda la red implicada en la solidaridad: ONGs, demandantes de voluntariado y personas voluntarias. Se trata de la web Voluncloud.org y una aplicación (app) con el mismo nombre, cuya finalidad es “sumar más personas al ejército voluntario que estamos construyendo”, en palabras de Luciano Poyato, presidente de la PVE.

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Y en esto de sumar más voluntarios no sólo tiene mucho que decir la sociedad en general, sino también las empresas. Aquí es donde entra el denominado voluntariado corporativo, es decir, el conjunto de actividades promovidas y apoyadas por una compañía con el objetivo de involucrar y fomentar la participación de sus empleados, a través de la dedicación de su tiempo, capacidades y talento, en causas y proyectos de organizaciones sin ánimo de lucro. Por ello, en los últimos años, ha surgido en muchas empresas el ‘Día del Voluntariado Corporativo’, que celebran una vez al año, pero quizá deberían conmemorarlo una vez al mes.

El voluntariado corporativo aporta beneficios a la sociedad, los colectivos necesitados y las empresas

Estas actividades no sólo aportan beneficios a la sociedad, al contribuir al cambio social a través de causas solidarias, y a los colectivos necesitados, también a las empresas. Por ejemplo, aumenta el orgullo de pertenencia y compromiso del trabajador; mejora la comunicación interna y la imagen corporativa; promociona nuevas competencias, así como habilidades de liderazgo y trabajo en equipo.