Se estima que alrededor del 16% de los pacientes con Degeneración Macular Asociada a la Edad, o DMAE, desarrollarán ceguera en el plazo de dos años si no reciben tratamiento, y la mayoría tendrán una visión central deficiente en un año sin tratamiento. Esta patología oftalmológica constituye actualmente la primera causa de pérdida visual irreversible en los países desarrollados y en personas mayores de 50 años.

Según explica el oftalmólogo Francisco Javier Perianes Fernández, del Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz, la DMAE es una enfermedad crónica ocular que se caracteriza por una serie de alteraciones degenerativas progresivas en la retina central, donde se localiza la mácula, que es la zona de mayor agudeza visual y responsable de la visión aguda y central.

Además, resalta que la DMAE está causada por un exceso de VEGF, un factor de crecimiento vascular endotelial, concretamente una proteína que promueve el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos debajo de la mácula. La prevalencia de la DMAE en España, según precisa el especialista, es del 3-4% para los sujetos con 65 o más años, sin observarse diferencias por sexo.

El doctor Perianes Fernández advierte de que la causa de la DMAE hoy en día es desconocida, si bien sí se conocen los factores predisponentes

La Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) resalta sobre la DMAE que se trata de una patología “altamente invalidante”, al ser la mácula el área más dañada de la retina, lo que conlleva una pérdida gradual de la visión central, con las consiguientes complicaciones y dificultades que se presentan en el día a día del paciente.


Factores de riesgo

En este sentido, el doctor Perianes Fernández advierte de que la causa de la DMAE hoy en día es desconocida, si bien sí se conoce que los factores predisponentes incluyen la edad, el hábito tabáquico, los factores nutricionales, como una dieta baja en ácidos grasos omega-3, y aspectos genéticos.

Las enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, la obesidad, la hipertensión, así como una dieta rica en grasas, aparte de la diabetes mellitus, entre otras, también representan hoy en día importantes factores de riesgo para el desarrollo de la DMAE, alerta el oftalmólogo.

De hecho, destaca este experto que son varios los trabajos científicos que demuestran que el tabaco aumenta notablemente el riesgo de progresión de la enfermedad. Según datos de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, los fumadores tienen un riesgo relativo 2,4 veces mayor que los no fumadores.

 

Tipos de DMAE

Así, el especialista del Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz indica que existen dos formas de esta enfermedad:

 

  • DMAE húmeda, neovascular o exudativa: es la forma más grave y da lugar a pérdida de visión en un corto espacio de tiempo.
  • DMAE seca o atrófica: es la más frecuente y se caracteriza por una pérdida progresiva y lenta de visión central.

 

La fisiopatología de la enfermedad aún no se conoce, fundamentalmente debido a la complejidad del sistema visual y a la naturaleza multifactorial de la DMAE, entre otros puntos. “De ahí que el correcto diagnóstico sea clave”, insiste el doctor Perianes.

Son varios los trabajos científicos que demuestran que el tabaco aumenta notablemente el riesgo de progresión de la enfermedad

Entre los principales síntomas, el oftalmólogo de Quirónsalud Clideba apunta a una pérdida de visión central lenta e indolora durante años, en ambos ojos, en la que se pierden los detalles finos y, por ejemplo, se hace difícil la lectura. Con el avance de la enfermedad dice que pueden aparecer lo que se denomina en jerga médica ‘escotoma’, unos puntos ciegos centrales que pueden dificultar la visión.

Sobre el diagnóstico, el doctor Perianes indica que se logra a través de una exploración médica del ojo, mediante oftalmoscopia, y con pruebas como la tomografía de coherencia óptica o la angiografía.

 

Tratamiento de última generación

Para el tratamiento de la DMAE, este oftalmólogo apunta a suplementos dietéticos de cinc, cobre, vitamina A, E o, C, entre otros, así como a fármacos y a técnicas láser. En el caso de la DMAE seca, lamenta que actualmente no hay forma de revertirla e insiste en la importancia de dejar de fumar para prevenir el problema.

A su vez, destaca el doctor Perianes los tratamientos anti-VEGF (factor de crecimiento vascular endotelial), ya que bloquean la actividad de esta proteína: “Estos tratamientos se administran de forma periódica mediante inyecciones intravítreas a los pacientes con DMAE húmeda (neovascular) para mantener la enfermedad bajo control. En la actualidad, el estándar de tratamiento para la DMAE neovascular son los fármacos anti-VEGF administrados por vía intravítrea".

Para el tratamiento de la DMAE se aplican suplementos dietéticos de cinc, cobre, vitamina A, E o, C, entre otros, así como a fármacos y a técnicas láser

Brolucizumab dice que es un tratamiento anti-VEGF de última generación para la DMAE húmeda (neovascular), y que ha demostrado una resolución superior del fluido retiniano, “un marcador clave de la actividad de la enfermedad”.

Además, resalta este doctor que es el primer anti-VEGF que ofrece la capacidad de que los pacientes con DMAE húmeda sean tratados en un intervalo de dosificación de tres meses inmediatamente, después de la fase de carga, y con un alto porcentaje de adherencia final de los pacientes, reduciendo así la frecuencia de la administración del tratamiento, lo que ayuda a aliviar la carga asistencial y mejorar la calidad de vida de las personas que padecen este tipo de DMAE.