El hígado se localiza en la parte superior derecha del abdomen, justo bajo el pulmón derecho. Su peso es de aproximadamente 1,3 kilos y es el órgano interno más grande del cuerpo. No podemos vivir sin él porque realiza funciones tan importantes como producir la mayoría de los factores de coagulación que evitan que sangremos demasiado cuando nos cortamos, o bien segregar la bilis a los intestinos para ayudar a absorber los nutrientes (especialmente grasas), entre otras, tal y como explica la American Cancer Society.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de hígado supone el 2,3 % de todos los cánceres y el 11 por orden de frecuencia en los tumores sólidos. Su incidencia se mantiene estable desde 1993, siendo “el séptimo cáncer en incidencia en varones y el decimoquinto en mujeres”. “España presenta una incidencia de cáncer de hígado de aproximadamente 12 de cada 100.000 hombres y 3.5 de cada 100.000 mujeres, similar a la de Francia, y sólo superados por Italia y Grecia”, apunta.

Siempre se recomienda la prevención: evitar el consumo de alcohol para prevenir la cirrosis o vacunarse de hepatitis B, entre otras actuaciones

El doctor Antonio Brugarolas, jefe del servicio de Oncología de Quirónsalud Torrevieja, experto en el tratamiento del cáncer de hígado, subraya que esta patología se caracteriza entre otros puntos por manifestar pocos síntomas iniciales, ya que estos van apareciendo progresivamente, a medida que el tumor se desarrolla y se deteriora la función hepática. 

Entre los síntomas enumera a los siguientes:

  • pérdida de apetito
  • adelgazamiento más del 10% peso corporal habitual
  • dolor y sensación de masa en el abdomen superior
  • dilatación del vientre con aparición de liquido abdominal
  • alteraciones digestivas con aparición de náuseas, vómitos o gases
  • coloración amarillenta de la piel o de las conjuntivas oculares con oscurecimiento de la orina y descoloración de la deposición

Tipos de cáncer de hígado

“El cáncer del hígado puede ser primario, y causado por las células propiamente hepáticas (hepatocarcinoma, 80-90% de los casos) y también por las células relacionadas con los conductos biliares (colangiocarcinoma), aunque son muchos menos frecuentes. También existen tumores raros como el hepatoblastoma, principalmente en la infancia, y distintos tipos de sarcomas originarios en el hígado”, apostilla el experto de Quirónsalud.

En concreto, cita que el hepatocarcinoma, o tumor originado en las células del hígado, se inicia generalmente después de padecer durante varios años una cirrosis hepática (80-90% de los casos), producida por alcoholismo o infecciones víricas (virus hepatitis C o virus hepatitis B), aunque también hay casos más raros que se deben a otras alteraciones del hígado (hemocromatosis, porfiria, enfermedad de Wilson, deficiencia de antitripsina, autoinmunidad, etc.).

“Se espera una importante disminución de la incidencia de hepatocarcinoma en los proximos años por la eficacia actual del tratamiento de la hepatitis virus C, así como el efecto preventivo sobre la hepatitis virus B de las campañas de vacunación infantil, pero constituye a nivel global uno de los cánceres más frecuentes, sobre todo en países donde la hepatitis B es endémica (África y Océano Pacífico donde la padecen el 6% de la población, o Mediterráneo Oriental y Sudeste Asiático donde la padecen el 3% de la población)”, advierte el oncólogo, al tiempo que lamenta que el aumento de la obesidad en la población se ha asociado a la aparición de degeneración grasa del hígado, que puede evolucionar hacia cáncer de hígado (5-10% de casos).

Desde la SEOM resaltan que el hígado, junto al pulmón, son los órganos más frecuentemente afectados por metástasis 

Desde la SEOM resaltan que el hígado, junto al pulmón, son los órganos más frecuentemente afectados por metástasis provenientes de tumores originados en otras localizaciones. “Cualquier cáncer humano, originado en los diferentes órganos, puede diseminarse y provocar metástasis hepáticas. Las metástasis hepáticas aparecen con frecuencia en tumores malignos diseminados. Cada uno de estos supuestos requiere de un enfoque diferente en el diagnóstico y en el tratamiento”, señala Brugarolas a este respecto.

Prevenir antes que lamentar

Así, el jefe del servicio de Oncología de Quirónsalud Torrevieja subraya que en los pacientes que ya tienen el diagnóstico de cirrosis hepática (por alcohol o hepatitis) se siguen controles periódicos de imagen con Ecografías, Resonancias o TACs para diagnosticar y tratar precozmente el hepatocarcinoma en fases iniciales. “También se efectúan periódicamente controles de imagen en pacientes con otros cánceres que tienen riesgo de producir metástasis hepáticas, con la finalidad de hacer el diagnóstico antes de que la enfermedad produzca síntomas”, aprecia el experto.

Según insiste, siempre se recomienda la prevención: evitar el consumo de alcohol para prevenir la cirrosis, vacunarse de hepatitis B, y evitar el contagio de virus hepatitis B y C, que pueden ser transmitidos por contacto sexual o a través de líquidos corporales incluyendo saliva, sangre, etc.

“El hepatocarcinoma ocasionalmente puede sospecharse mediante un análisis de sangre, por la elevación del marcador tumoral, que es la alfa-feto proteína. Si presentas posibles signos o síntomas de cáncer de hígado, te recomendamos acudir a tu hospital Quirónsalud y consultarlo con tu médico. No hay que tener miedo por la pandemia puesto que los centros sanitarios son instalaciones seguras frente al contagio de COVID-19, ya que han diseñado circuitos libres del virus”, asegura el doctor Antonio Brugarolas.

Además, el Hospital Quirónsalud Torrevieja cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.

El aumento de la obesidad en la población se ha asociado a la aparición de degeneración grasa del hígado

Finalmente, recuerda que después de diagnosticar un tumor en el hígado, el siguiente paso es averiguar si éste se ha propagado y, si es así, localizarlo: “La etapa (estadio) de un cáncer describe cuanto cáncer hay en el cuerpo, y ayuda a determinar cuán grave es el cáncer, así como la mejor manera de tratarlo. Las etapas del cáncer de hígado van desde la etapa I a IV y, por regla general, mientras más bajo sea el número, menos se ha propagado el cáncer”.