Hace seis años, los jóvenes reclamaron una imagen positiva de su generación a la prensa, en un encuentro en la Casa de ABC, pues era muy fácil encontrar noticias donde se les presentara como faltos de valores, personas vagas, sin ilusión, sin rumbo, sin capacidad de arriesgar, sin metas, sin asumir responsabilidades… aunque no todos fueran así. Desde entonces, pocas cosas han cambiado en la prensa y en la sociedad en general, y hay que destacar que la pandemia del Covid-19 no ha remado a favor precisamente. En este contexto, ha surgido la campaña ‘Jóvenes en positivo’ que busca cambiar la imagen de los jóvenes porque son solidarios y generadores de cambio y transformación, entre otros aspectos.

Esta campaña ha sido lanzada por siete entidades salesianas, y por tanto, vinculadas a las dos congregaciones religiosas que fundó San Juan Bosco: los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora (esta última junto a Santa María Mazzarello). Actualmente, los salesianos y las salesianas están en 132 países, en los que trabajan educando y formando a la juventud, como hacían sus fundadores, sobre todo a la juventud más vulnerable, para que puedan disfrutar de un futuro feliz y lo hacen a través de colegios, centros de Formación Profesional, centros juveniles (con actividades pastorales y de ocio y tiempo libre), plataformas sociales y parroquias. En el mundo, hay más de 1.800 millones de personas que tienen entre 10 y 24 años: “Son la generación de jóvenes más grande de la historia y un porcentaje muy grande quiere participar en la construcción de un mundo mejor”, ha afirmado José Miguel Núñez, director del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil (CNSPJ).

En el mundo, hay más de 1.800 millones de personas que tienen entre 10 y 24 años: “Son la generación de jóvenes más grande de la historia y un porcentaje muy grande quiere participar en la construcción de un mundo mejor”

Rueda de prensa campaña 'Jóvenes en positivo'

 

En España, las siete entidades salesianas impulsoras trabajan con unos 170.000 jóvenes en la escuela, la formación profesional, el asociacionismo y el tiempo libre, y en 380 proyectos para jóvenes en riesgo de exclusión, inmigrantes o con más dificultades. El objetivo que busca la campaña ‘Jóvenes en positivo’ es cambiar la imagen que tenemos de los jóvenes y mostrar esa juventud activa y generadora de cambio y transformación. “Durante la pandemia se ha puesto una carga de responsabilidad grande en la juventud. Les culpamos de la propagación de la enfermedad, de falta de solidaridad y de ser irresponsables, pero poco se habla de las consecuencias que la pandemia les provocará, de sus dificultades o de su implicación”, ha explicado Núñez. “Creemos en un cambio social en el que los jóvenes son protagonistas”, donde se llegue a “una sociedad más inclusiva, con más oportunidades, donde la justicia social sea una realidad”, ha añadido.

La campaña llega tras haber reflexionado sobre la publicación ‘Jóvenes españoles 2021. Ser joven en tiempos de pandemia’, la novena que elabora la Fundación Santa María sobre la juventud española entre 15 y 29 años de edad. En este estudio, se recogen preferencias, sensibilidades, miedos u opiniones de los jóvenes sobre diversos temas. Entre sus conclusiones, se recoge que la mitad piensan de sí mismos que están muy preocupados por la imagen y que son muy consumistas, pero al mismo se apunta que sienten que otro mundo es posible a pesar de las dificultades y que está en su mano conseguirlo, y que son cada vez más críticos con lo que ven en su generación.

La juventud ha sido el colectivo que antes ha sufrido los efectos negativos de esta nueva crisis, pues partían de una situación más frágil, y ojo, porque será en el que más se tardará en ver signos de recuperación

El estudio también apunta que los jóvenes consideran la salud (81%), la familia (74%) y la educación (68%) como los aspectos más importantes para la vida, seguidos de la igualdad y el medio ambiente. Y en este escenario conviene destacar que España lleva varias crisis en los últimos 14 años: la económica de 2008 y sus consecuencias, a la que tras unos años de leve recuperación pero no total, se ha sumado la crisis sanitaria, económica y social que ha provocado la pandemia del Covid-19. “Cada crisis aumenta la desigualdad y en cada una de ellas vemos la entrada a esta situación de muchas personas y familias. Nos duele confirmar que quien se ha quedado fuera tiene casi imposible volver a entrar”, ha señalado recientemente Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, en la presentación del informe ‘Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19’ que han elaborado junto a la Fundación Foessa.

jóvenes

 

La pandemia y su crisis ha perjudicado especialmente a la juventud truncando repentinamente sus proyectos de futuro, cuando muchas personas todavía no habían terminado de recuperarse de la crisis de 2008. En una etapa repleta de hitos vitales que marcan en gran parte la vida adulta (elección de estudios, primera experiencia laboral, formación de tu propia familia, etc.), se está viendo como estos se han ido derrumbando, interrumpiendo, aplazando o trastocando en el mejor de los casos. La juventud ha sido el colectivo que antes ha sufrido los efectos negativos de esta nueva crisis, pues partían de una situación más frágil, y ojo, porque será en el que más se tardará en ver signos de recuperación.

La tasa de paro de este colectivo es del 30,69%, 9,4% inferior a la del año pasado pero supera ligeramente la de 2019 (30,51%), cuando no había pandemia… y también es mucho mayor que la tasa de paro general (13,33%), con la que nuestro país es el campeón en la UE

Conviene recordar que ya padecen la cronificación de problemas habituales, como el desempleo. El número de jóvenes menores de 25 años en paro ha bajado en 119.800 personas en 2021, a 452.500, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), representando el 14,6% del total de parados en España. La tasa de paro de este colectivo se ha situado en el 30,69%, 9,4% inferior a la del año pasado pero que supera ligeramente la de 2019 (30,51%), cuando no había pandemia… y que también es mucho mayor que la tasa de paro general (13,33%), con la que nuestro país es el campeón en la UE.

Al desempleo y la dificultad de emancipación (elevados alquileres que se comen casi el total de sus salarios, que son bajos en la mayoría de los casos), hay que sumar la aparición de otros efectos sobre la educación o el ocio, que están repercutiendo en su dimensión emocional y social. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de que el 13% de los alumnos se quedó sin acceso a cursos y formación, por los cierres parciales y/o permanentes, y el 65% de la juventud considera que ha aprendido menos desde el inicio de la pandemia. Con las restricciones, las actividades al aire libre relacionadas con el deporte y a través de la tecnología han aumentado, pero también ha afectado a la forma de disfrutar del ocio (algo que hasta la Organización Mundial de la Salud -OMS- ve como un aspecto clave para la autorrealización del individuo), y por tanto, a las relaciones sociales.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de que el 13% de los alumnos se quedó sin acceso a cursos y formación, por los cierres parciales y/o permanentes, y el 65% de la juventud considera que ha aprendido menos desde el inicio de la pandemia

“Sobre los jóvenes se han ido poniendo cualidades que distan de la realidad”, ha señalado Gema Rodríguez, coordinadora estatal de las Plataformas Sociales Salesianas. “Hay que dejar que la juventud esté en el centro y sea protagonista, porque sin ellos no podemos cambiar el mundo, pero a muchos no les estamos dejando tener proyectos de vida y sueño, sino más bien proyectos de sobrevivir (precariedad laboral,…)”, ha explicado. Y es que considera que los jóvenes “tienen derecho a tener una familia y una educación de calidad no solo basada en conocimientos sino apoyada en proyectos de vida de las personas, donde aporten las empresas y la Administración”, y que “hay que darles confianza y la oportunidad. Que nadie les haga culpables de esta crisis”.

Y para esto, llega ‘Jóvenes en positivo’ con varias herramientas. Por un lado, la imagen que ha realizado el ilustrador Javi Comino y que muestra a personas jóvenes que pasan desapercibidas y son solidarias (una enfermera, un voluntario y una estudiante). Por otro, artículos sobre temas que les preocupan (empleo, medio ambiente, salud mental, igualdad o espiritualidad, ente otros) y se irán difundiendo hasta junio. Y por último, una WhatsApp Serie denominada Ahora tú: constará de 12 capítulos -ya se ha estrenado el primero- de 90 segundos, donde se contará la vida de dos jóvenes (cómo les ha afectado la pandemia, sus relaciones, cómo afrontan su futuro…), y que está dirigida por Antonio Cuadri, director y guionista de películas y series como: Eres mi héroe, Al Salir de Clase, Manolito Gafotas o Unidad Central.

Una campaña que actuará en el escenario español, pero conviene destacar que en Europa también se valora la solidaridad y a la juventud. “La solidaridad es un valor fundamental dentro de nuestra Unión y también para con nuestros socios en todo el mundo”, afirmó el vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, el griego Margaritis Schinas, cuando se conoció que el Cuerpo Europeo de Solidaridad contaría con más de 138 millones de euros para financiar actividades de voluntariado de jóvenes en 2022. “Esta experiencia formativa ofrece a los jóvenes la posibilidad de ayudar a las comunidades y dejar su huella”, explicó. “Estoy muy orgulloso de que el programa evolucione y, por primera vez, dé cabida a operaciones de ayuda humanitaria. La juventud tiene el poder de cambiar el mundo, y la Comisión contribuye a que así sea”, añadió.

El Cuerpo Europeo de Solidaridad es una “experiencia formativa que ofrece a los jóvenes la posibilidad de ayudar a las comunidades y dejar su huella”, afirma el vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, el griego Margaritis Schinas

Y en este contexto también hay que referir las declaraciones que en ese momento hizo la comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, la búlgara Mariya Gabriel: “Los jóvenes tienen mucho que aportar a la sociedad”. Y lo hizo anunciando que en este 2022, que se ha designado el Año Europeo de la Juventud, “el Cuerpo Europeo de Solidaridad será un instrumento importante para ayudar a los jóvenes a involucrarse en la participación ciudadana y a construir un futuro mejor, más ecológico, más digital y más inclusivo”.

debate radio yeseuropa

 

Por ejemplo, entre los proyectos que ha co-financiado el Cuerpo Europeo de Solidaridad hasta ahora está ‘Voz-up’, impulsado por la asociación Building Bridges y que ha dado voz a distintos jóvenes de Madrid para que pudiesen realizar diversos podcasts con temáticas variadas en los que expresar sus ideas, inquietudes y propuestas, desde un punto de vista europeo. “Hemos podido ofrecer herramientas y una plataforma a los jóvenes para así darles voz desde un punto de vista local. El proyecto les ha permitido extrapolar todas sus ideas, con una dimensión europea, y así llegar a un público que pueda sentirse identificado con estas experiencias”, ha comentado José María Imbert, coordinador de voluntariado de Building Bridges y del proyecto ‘Voz-up’.

“Hemos podido ofrecer herramientas y una plataforma a los jóvenes para así darles voz desde un punto de vista local, afirma José María Imbert, coordinador de voluntariado de Building Bridges y del proyecto ‘Voz-up’

Hace unas semanas, la Comisión Europea ha comenzado una de las primeras iniciativas en el marco del Año Europeo de la Juventud, con el lanzamiento de la propuesta de recomendación del Consejo sobre voluntariado juvenil para facilitar este a través del Cuerpo Europeo de Solidaridad, que este año celebra su quinto aniversario, o de otros programas nacionales. En esta recomendación, reconoce la contribución clave del voluntariado al desarrollo de las capacidades y competencias de los jóvenes, así como su papel en la superación de los retos sociales. Bruselas invita a los 27 Estados miembros, entre otras cosas, a: garantizar el acceso a actividades de voluntariado transnacionales para todos los jóvenes, incluidos aquellos con menos oportunidades; estudiar medidas que contribuyan a diseñar un marco legislativo y de aplicación adecuado y claro en lo relativo a la salud, la seguridad y la protección de los participantes en estas actividades; promover un alto nivel de calidad entre los organizadores; proporcionar información y sensibilizar sobre los derechos de los voluntarios; crear conciencia sobre los beneficios de las actividades transnacionales de voluntariado; promover la cooperación; apoyar actividades que contribuyan a afrontar los retos relacionados con el clima y el medio ambiente; y explorar nuevas tendencias, dimensiones y formatos alternativos, como el voluntariado digital e intergeneracional.

jóvenes y Papa Francisco

 

Paralelamente, la Fundación Endesa, comprometida con la educación de calidad, el medio ambiente y la biodiversidad, desarrolla proyectos para concienciar a las generaciones jóvenes en la importancia de cuidar lo que nos rodea para construir una sociedad respetuosa con el entorno y en la que no falte la igualdad de oportunidades. Según el último Ecobarómetro 2021, que ha realizado junto a la Fundación Europea Sociedad y Educación, el 53,4% de los jóvenes españoles demandan más contenidos medioambientales en las aulas y un 87,5% está muy o bastante de acuerdo en que la enseñanza escolar contribuye en gran medida a formar las actitudes de la ciudadanía sobre el medio ambiente. Además, la Fundación Endesa ya va por la sexta edición de los Premios a la Ecoinnovación Educativa y a través de la iniciativa Endesa Educa, cada año más de 45.000 niños y jóvenes de España aprendan sobre el uso eficiente de la energía, la sostenibilidad y el cuidado del entorno natural.

Por último, el Papa Francisco, en su mensaje a los jóvenes para la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en todas las diócesis el pasado 21 de noviembre, les dijo que tras la pandemia, “no es posible recomenzar sin ustedes. Para volver a levantarse, el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes”. Y meditando sobre la conversión de San Pablo, señalaba que “el Señor eligió a alguien que incluso lo había perseguido, que había sido completamente hostil a Él y a los suyos. Pero no existe una persona que para Dios sea irrecuperable. Por medio del encuentro personal con Él siempre es posible volver a empezar. Ningún joven está fuera del alcance de la gracia y de la misericordia de Dios”.