Más de 263 millones de niños y jóvenes no tienen la posibilidad de ir a la escuela, a pesar de que el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas recoge que “toda persona tiene derecho a la educación”. Y para ayudar a cambiar esta triste situación han surgido iniciativas en organizaciones sin ánimo de lucro, como apadrinar una escuela o recorrer 800 kilómetros en bici, entre otras, pues todo vale para que ningún niño se quede sin ir al cole.

Desde hace muchos años, algunas ONGs han fomentado que se apadrinarán niños con los objetivos de ayudarles en su crecimiento, ofrecerles una educación, proporcionarles alimentación y cuidados de salud. Sin embargo, Misiones Salesianas ha optado por otra iniciativa algo distinta al proponer la posibilidad de apadrinar una escuela​ al completo, con todos sus niños. Así, esta entidad sin ánimo de lucro de la congregación salesiana busca que todos tengan la misma oportunidad de aprender y la escuela tenga los mejores recursos para ofrecerles una educación de calidad, algo clave para su futuro.

Misiones Salesianas permite apadrinar escuelas en Colombia, Bolivia, Angola y Toga, alcanzando a casi 3.000 alumnos

¿En qué se traduce lo de apadrinar una escuela? En proporcionar material escolar y comida a los niños, poner en marcha actividades extraescolares, así como encargarse del mantenimiento del centro y de los sueldos de los maestros. Misiones Salesianas ha lanzado esta iniciativa en cuatro escuelas situadas en Colombia, Bolivia, Angola y Togo, llegando a casi 3.000 alumnos, pero tiene otros muchos centros educativos en el mundo y hay mucha tarea por hacer porque más de 263 millones de niños y jóvenes no van a la escuela. Cualquier persona puede apadrinar una escuela por un mínimo de diez euros mensuales.

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Otra iniciativa interesante es ‘Más corazón en las heridas del mundo’ un viaje de más de 800 kilómetros en bicicleta por Camboya con el fin de recaudar fondos para promover el acceso a la educación en los pueblos de la provincia de Battambang, en concreto, a 1.660 estudiantes y 61 docentes de 17 escuelas. Este viaje arrancará el 21 de julio y lo realizarán dos profesores españoles -David Saiz y Marité Sánchez-, que contarán con el patrocinio de Entreculturas y de Solidaridad, Ayuda y Unión Crean Esperanza (SAUCE) -ONG creada por un grupo de amigos y familiares del jesuita Kike Figaredo para canalizar y apoyar sus ganas de ayudar en su responsabilidad en Battambang a favor de los más necesitados.

En Camboya, el 50% de la población tiene menos de 18 años, es un país muy joven con un gran futuro por delante

En Camboya, más de una tercera parte de la población vive por debajo del nivel de pobreza y trata de sobrevivir con menos de un dólar por día, según Unicef, aunque cerca del 90% de los niños acude a la escuela primaria aunque mejorar la calidad educativa es uno de los grandes desafíos. En rueda de prensa, el vicepresidente ejecutivo de Entreculturas, Daniel VIllanueva, ha subrayado que “la reconstrucción del sistema educativo es una de las prioridades de Camboya”. Es un país “con gran corazón que tiene muchas heridas que quiere cicatrizar”, ha añadido Juan de la Mora, miembro de la Junta de SAUCE, y es importante hacerlo porque “el 50% de la población tiene menos de 18 años, es un país muy joven con un gran futuro por delante. Queremos construir más colegios y formar a más docentes”.

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“En los distintos viajes que hemos tenido la suerte de realizar en los últimos veranos, vamos encontrándonos con gente con un corazón que les desborda, que hace que haya esperanza en este mundo. Cuando nos acercamos al corazón de las personas es cuando las heridas se sanan”, ha afirmado David Saiz, profesor de Secundaria en el colegio Jesús Maestro. “Marité (profesora de Primaria en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo) y yo estamos convencidos de que tenemos que llevar estas experiencias al aula para fomentar la transformación social”. Son amigos desde hace casi veinte años y además de compartir profesión, desde hace años aprovechan los veranos para llevar a cabo proyectos sociales en zonas de conflicto de África o Hispanoamérica. Por ejemplo, Saiz recorrió 2.700 kilómetros en bici (desde Ceuta a Bruselas) en el verano de 2017 junto al camerunés Loumkoua Soulong, un proyecto denominado ‘De la frontera al corazón’ con el objetivo de visibilizar y hacer eco de un sueño compartido: eliminar las fronteras que existen y conseguir la Europa de la acogida y la integración de migrantes y refugiados. Ambos consideraban que es necesario romper las “fronteras invisibles”, aquellas llenas de prejuicios y miedos, para poder llegar al corazón de la gente.

En los distintos viajes, vamos encontrándonos con gente con un corazón que les desborda, que hace que haya esperanza en este mundo, afirma David Saiz

Apadrinar escuelas y kilómetros solidarios en bici son sólo dos de las iniciativas que hay para fomentar el acceso a la educación. Y es que no podemos olvidar lo que decía Nelson Mandela (“la educación es el arma más poderosa del mundo”) o la afirmación del Papa Francisco de que “solo cambiando la educación, se puede cambiar el mundo”.

© Fotografías de Misiones Salesianas y Entreculturas