Decíamos en Hispanidad, que el Congreso había tumbado las enmiendas a la totalidad de PP Vox a la Ley Trans promovida por el Ministerio de Igualdad, que continuaba su trámite parlamentario, a la espera de modificaciones de las enmiendas parciales de otros partidos. Las enmiendas del PSOE tardaron en llegar, los socialistas pidieron ampliar el plazo en el Congreso durante varias semanas, algo que provocaba tensión con sus socios de Gobierno. Según la formación de Pedro Sánchez de lo que se trataba con las enmiendas era de dotar de "seguridad jurídica" la ley del Ministerio de Montero. 

Al final, las enmiendas llegaron e Irene se enfadaba. Una de ellas y la que más revuelo ha causado es que el PSOE exigía que los menores de 16 años necesiten un aval judicial antes de poder cambiar el nombre y el sexo en el Registro Civil, una exigencia que la ley contempla en menores de 12 a 14 años. 

La ministra Montero se mostraba "enormamente preocupada" al ver las 37 enmiendas presentadas por su socio en el Gobierno, y reclamaba a los socialistas que retirara las modificaciones puesto que se trata de una ley consensuada en el Consejo de Ministros. Irene aseguraba que el PSOE "incumple su compromiso" de no tocar "el corazón" de la ley.

Montero aseguraba que iba a "dejarse la piel" para que la ley saliera "como está" porque consideraba "una crueldad" que la modificación de los socialistas ponga en el centro del debate a los menores trans. Pues bien, Montero lo ha conseguido: la Comisión de Igualdad del Congreso ha rechazado la enmienda en la que los socialistas proponían que fuera un juez el que tuviera que autorizar el cambio de sexo de los menores de 16 años.

Irá al pleno con la redacción del Ministerio de Igualdad, tal y como está: es decir, que la necesidad de la intervención de un juez será solo en los menores de 14 años y mayores de 12. Entrará en el orden del día del último pleno del año, el del 22 de diciembre. Como les decíamos en Hispandiad, antes de que acabe el año, Sánchez tiene que saldar sus deudas, aprobar todas las barbaridades posibles y volver al centro de la moderación de cara a los dos años electorales que vienen. 

Ahora a los socialistas tienen dos posibilidades, o retirar la enmienda y aceptar la 'victoria' de Irene o llevarlas al pleno para que sea votada por la Cámara, para lo que tendría que convencer al PP de votar a favor de la misma.

Pero insistimos: no dialogue con la pared. La realidad es una: la Ley Trans, de Irene Montero, es una barbaridad y una salvajada y la izquierda ha conseguido centrar el debate en edad y menores y con ello están ganando el debate. La Ley Trans no es una frivolidad, es una barbaridad, y da igual la edad, no importa que tal salvajada se lleve a cabo con 14 que con 25 que con 50 años, con o sin juez.