Contamos en Hispanidad que mientras Pedro Sánchez defendía su candidatura en el debate de investidura, la tribuna de invitados estaba llena. Entre los asistentes sobresalió una persona: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso

La madrileña estaba tranquilamente revisando su móvil y 'disfrutando' del discurso de Sánchez, cuando éste la atacó. El presidente en funciones hizo referencia al falso caso de corrupción del hermano de Ayuso, el famoso caso de las mascarillas que ya ha sido desestimado en más de una ocasión.

La presidenta regional levantó la cabeza de su móvil y aseveró: “Qué hijo de puta”. Así, la izquierda y distintos medios de comunicación se rasgaron las vestiduras por semejante insulto y falta de respeto. Naturalmente, Ayuso respondía y lo hacía con gracia. No necesitó asegurar que sus palabras fueron las que fueron, salió airosa e hizo bueno aquello de la mejor defensa es un buen ataque, asegurando que lo que había dicho era "Me gusta la fruta". Y es que Ayuso insultó a Sánchez pero Sánchez injurió y calumnió a Ayuso, que es más grave.

Es más, los ciudadanos se volcaron con Ayuso y le mandaron cestas de fruta a la sede de la Comunidad de Madrid

La frase fue un éxito y corrió como la espuma. Gracia no le faltaba, por lo que Ayuso ha decidido estirar un poco más el "Me gusta la fruta" y ayer en la cena de Navidad del PP de Madrid ante 900 militantes procedentes de los 179 municipios de Madrid, la presidenta repartió su particular 'aguinaldo': cestas de fruta. 

La presidenta aseguró incluso que de postre habría fruta, aunque finalmente se sirvieron tarta y dulces navideños. A la cena acudieron el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quien aseguró que lo mejor era "no pedir" a los Reyes Magos el libro de Pedro Sánchez: "Eso es perder el tiempo".

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