Contábamos hace unos días en Hispanidad, que la policía había detenido a los propietarios de un piso por intentar echar a unos okupas que estaban en su vivienda. Algo que resultaba cuanto menos irónico, puesto que Vox propuso penas de cárcel para los okupas, pero no salió adelante porque PSOE y Podemos se opusieron por ser un "castigo desproporcionado". Es un castigo desproporcionado para el pobre y vulnerable okupa, no para el propietario legítimo de la vivienda. 

Ahora, las representantes del sindicato de okupas, porque sí, tienen sindicato, han contestado de esta forma entre burlas y risas a María García Fuster, diputada de Vox en el Parlamento catalán.

"Mi respuesta es, no hablamos con fachistas", contestaba la representante okupa. Llama la atención la chulería y sensación de impunidad que transmiten, en un momento en el que pueden insultar libremente a una diputada electa, mientras ellos, okupas, y por tanto, delincuentes, se sienten libres y en la posición de superioridad moral. Pero ojo, recuerden que un diputado de Vox en el Congreso fue expulsado por llamar bruja a otra diputada, eso sí que es acoso e injurias. Y no se rían: 

Y todo esto en el Parlamento catalán, líder absoluto en cifras de okupación