Nunca me cayó bien Augusto Pinochet. Hizo bien en derrocar a un Salvador Allende que conducía a Chile a la tiranía, pero no me gusta el régimen que creó, empeñado en acabar con el enemigo eliminándolo. 

Para Pinochet, la fe cristiana sólo era un apéndice del poder político, porque no creía en la libertad de los hijos de Dios. 

Por eso, cuando se entrevista con San Juan Pablo II le dice que no entiende sus constantes alusiones a la libertad. Al igual que Lenin, le pregunta aquello de "libertad para qué", a lo que Wojtyla responde que sin libertad individual el hombre no puede hacer otra cosa que sobrevivir, arrastrado. El hombre, le explica el Papa, fue creado libre y libre debe vivir para elegir entre el bien y el mal.

En Chile se vivió el primer marxismo electoral, que renunciaba a la revolución violenta, no para establecer la democracia sino el socialismo. Bueno, también porque resulta menos peligroso

En cualquier caso, la turra de los medios sanchistas en sus loas sobre Allende desfiguran su figura hasta el punto que dudo mucho que al presidente derrocado, y mira que era vanidoso, le agradara tanto azúcar como vierte sobre él, por ejemplo, RTVE. Mismamente, dudo mucho que le gustara ser comparado con Fidel Castro. Veamos:   

Castro era Lenin, Allende era Gramsci y Lenin y Gramsci eran dos personajes con un mismo fin pero lo buscaban por distintos medios: Lenin ha fracasado, como se comprobó en Polonia y con la caída del Muro de Berlín, Gramsci ha triunfado y Sánchez o Pablo Iglesias no son más que dos de sus creyentes más fieles. Sí, Allende es el antecesor de Podemos y del Sanchismo: renunció a la revolución armada e instauró el comunismo a través de las urnas. El ideal de todo gramsciano, mismamente de Salvador Allende o de Pedro Sánchez, es llegar al poder democráticamente y, una vez en el poder empezar a destruir la democracia. Sin dejar de hablar de ella continuamente... naturalmente.

Allende repetía de continuo la palabra democracia, para él, sinónimo de socialismo. Igualito que Pedro Sánchez

Se me podrá contrariar recordando que Allende fue derrocado mientras Fidel Castro murió en la cama y el Castrismo sigue vivo en 2023. A eso no tengo respuesta, salvo la de recordar que Cuba sigue siendo una excepción a la regla. El régimen cubano no tiene réplica ni en Moscú, ni en Pekín ni en Delhi.

En Chile se vivió el primer marxismo electoral, que renunciaba a la revolución violenta, no para establecer la democracia, sino el socialismo. Bueno, también porque resulta más cómodo. Sales a la calle para enfrentarte a la policía y te pueden matar por eso. 

Obsérvese, además, que Allende repetía de continuo la palabra democracia, para él, sinónimo de socialismo... igualito que Pedro Sánchez.

Suicidarse para no caer en manos del enemigo no deja de ser una monumental cobardía. Otra cosa sería morir luchando

Por último, la verdad es que suicidarse para no caer en manos del enemigo no deja de ser una monumental cobardía. Otra cosa sería morir luchando. Allende se pegó un tiro. Para mí no era más que un tirano cobardón. 

¿Y esto justifica a Augusto Pinochet? El golpe de Estado probablemente sí, porque los tiranos siempre hacen lo mismo: protegen la libertad del fuerte para masacrar al débil en las calles y a eso le llaman libertad. Lo que no justifico es la represión posterior a su victoria. No basta con vencer, hay que convencer... tarea mucho más difícil.