Volvemos a Carolina del Sur. Si ayer jueves contábamos que el Gobernador republicano Henry McMaster había firmado una ley que prohíbe los tratamientos de reasignación de género y las cirugías en menores de edad, hoy el estado vuelve a ser noticia. 

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Recordemos que Carolina del Sur hace un año se unió a la ley de los ‘latidos del corazón’ y prohibió el aborto a partir de las seis semanas de embarazo, con tan sólo excepciones hasta la semana doce en casos de violación o incesto. 

La justicia ha refrendado en varias ocasiones la validez de esta norma, pero Planned Parenthood no se dio por vencida, lógico, si este tipo de leyes se extienden por Estados Unidos, a ellos se les acaba el lucrativo negocio del aborto. 

Así, Planned Parenthood South Atlantic presentó una nueva demanda en un tribunal federal contra la ley de Carolina del Sur, y el juez del 5º Circuito, Daniel Coble, la ha rechazado. 

La discusión estaba en el límite para abortar. El estado sostiene que el latido del corazón fetal es el momento en que una ecografía detecta la actividad cardíaca, generalmente alrededor de seis semanas después de la concepción. Pero según Planned Parenthood el límite debería estar en la novena semana porque es cuando se forma las partes principales del corazón. Ya saben que Planned Parenthood actualizó su manual de estilo en lo relativo a temas reproductivos y de género, llegando a asegurar que "no existe el latido del corazón a las seis semanas. Es un sonido fabricado, diseñado para convencer a la gente de que los hombres tienen derecho a tomar el control del cuerpo de la mujer".

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"Es claro sin lugar a dudas que la Asamblea General tenía la intención, y el público entendió, que el marco temporal de la ley comenzaría alrededor de las seis semanas", explica el juez Coble. "El papel de esta Corte no es determinar si la ley es buena o mala, si la política debería ser de una manera u otra, o determinar el resultado basado en puntos de vista personales. El papel de esta Corte es simplemente determinar la intención del legislativo en la promulgación de la ley en cuestión y si las acciones del legislativo están dentro de los límites de la constitución derivada de la voluntad del pueblo".

Coble declaró que su corte "nunca suplementará la voluntad de la Asamblea General con su propia interpretación porque sería una violación directa de la Constitución y de la sagrada doctrina de la separación de poderes".