Donald se levantó el viernes con ganas de guerra. Un día antes había invitado a los grandes inversores en bitcoin, esa nueva estupidez especulativa, y al día siguiente amenaza a Europa con subir los aranceles hasta el 505, porque las negociaciones no llegan a ningún lado,
Insistimos, la guerra arancelaria de Trump tenía como primer objetivo encerrar a la tiranía China, la potencia que le había arrebatado la primacía mundial en muchos sectores, pero lo único que consiguió es que líderes europeos tan obtusos como Pedro Sánchez se aliaron con China frente a EEUU.
En cualquier caso, lo que sí es verdad es que la influencia de un tuit ha hundido a los más diversos sectores y especialmente, a los bancos. No tenía por qué ser así,porque los bancos no son los más afectados por los aranceles, pero el sector bancario consituye el sistema de pagos de un país. Por tanto, es el primero que siente miedo. Perdón, incertidumbre.