Cuando la insensatez se hace cotidiana cualquier cosa es posible y cualquier interpretación puede resultar errónea. 

Y con esto quiero decirles que la Cumbre de la OTAN, celebrada en La Haya, ha resultado una chufla ininteligible. Había 38 países pero la estrella fue Pedro Sánchez, porque sólo España se negó a aumentar el presupuesto de Defensa del actual 2% al 5% del PIB ojo, en el año 2035. 

Todos pensábamos que un Sánchez acorralado por la corrupción y probablemente en busca ya de un país al que exiliarse, preferiría pasar inadvertido, pero no, todo lo contrario. A ver cómo casamos estas tres contradicciones:

  1. Sánchez firma el acuerdo final (5% del PIB) pero asegura que España se queda en el 2% y que le importa un pito lo que digan los demás y que, además, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, está de acuerdo.
  2. Mark Rutte dice que España encontrará el medio de llegar al 3,5%, tal y como si Sánchez se hubiera acabado por convencer de las bondades.
  3. Trump asegura que pagará el 5% y que si no, pondrá en marcha un paquete arancelario exclusivo para España. 

Naturalmente, ni que decir tiene que, en estas condiciones, Sánchez no puede presionar -suponiendo que le interesara- para que la OTAN vigile más el flanco suroeste de España y extienda su protección a Ceuta y Melilla, que ahora no forman parte de la OTAN y que Marruecos tiene previsto conquistar, por las buenas o por las malas.

Mantiene Sánchez que España es un país soberano y lo mismo dice Yolanda Díaz: por eso tenemos en Cádiz dos bases norteamericanas: Morón y Rota. 

En cualquier caso, es cierto que Sánchez ha logrado desviar la atención de sus problemillas con la corrupción. Apenas unos minutos después de que en La Haya respondiera que la petición del juez Peinado para que su ministro favorito, Félix Bolaños, resulte imputado, con un "el tiempo pondrá a cada uno en su lugar" y después de haber dirigido todas sus baterías televisivas, durante la jornada el martes a machar la figura, la ingeniería y hasta la capacidad mental de Peinado... el Tribunal de Justicia de Madrid le dice que Peinado lo está haciendo muy bien. 

Pues bien, que Trump la haya cogido con España le viene de perlas a Sánchez, aunque eso le haya costado dilapidar el poco crédito que le queda en Occidente como tipo de fiar. A fin de cuentas, el anti-trumpismo es una de los movimientos más necios y más potentes que existen en el Occidente libre de hoy.

La cumbre de la OTAN ha sido un chufla. Entre otras cosas porque aumentar hasta el 5% del PIB no significa estar mejor defendido y, aunque lo significara, ¡cuán largo me lo fiáis! Llegar a ese presupuesto en 10 años cuando Rusia podría atacar Europa este verano o los chinos conquistar Taiwán pasado mañana.

¿OTAN? Una chufla.