Canadá celebró ayer, 28 de abril, elecciones anticipadas (tocaba comicios en octubre). Las había convocado Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, que había sucedido al progre Justin Trudeau al frente del país como primer ministro y al frente del Partido Liberal, tras la renuncia de este.
Pues bien: el Partido Liberal ha ganado las elecciones con el 43% de los votos y 165 escaños, por delante de los conservadores, que se hicieron con el 41,5% y 147 escaños. El 6,9% de los votos fueron al Bloque Quebequés, el 6% a los socialdemócratas del NDP y el 1,2% al Partido Verde.
Así lo recoge Electomanía:
‼️#Canada 🇨🇦 (100% escrutado): victoria de 𝗹𝗼𝘀 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 🔴, 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘃e𝗿𝗮́𝗻 𝗮 𝗴𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗿
— EM-electomania.es (@electo_mania) April 29, 2025
🔴 Libs: 43% (165)
🔵 Cons: 41,5% (147)
💠 Bloc Quebec: 8,2% (23)
🟠 NDP: 5,1% (7)
🌻 Greens: 1% (1)
[🧮 Mayoría: 172]
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Hay que recordar que la mayoría absoluta se sitúa en los 172 escaños de un total de 343. Por lo que Mark Carney necesitará ayudas de otros partidos para sacar sus leyes adelante. "¿Quién está dispuesto a defender a Canadá conmigo?". ¿Y quién está preparado para construir un Canadá fuerte?", dijo Carney en la madrugada de este martes.
Como ha señalado Hispanidad, Carney es el primer jefe del ejecutivo en su país que no ha sido antes legislador ni ha ocupado ningún cargo gubernamental en Canadá y poco se sabe de su vida privada o de lo que opina sobre los valores no negociables. Es moderado en todo, pero no podemos perder de vista que, no sólo es el heredero del progre Trudeau, sino que es un habitual de las reuniones del Grupo Bilderberg, lo que ya nos puede dar una idea de cómo piensa.
Pero no se preocupen, Carney es versátil. Fue la primera persona no británica en convertirse en gobernador del Banco de Inglaterra, y ahí, en 2013, cuando asumió el cargo se sentía más británico que los cabinas telefónicas rojas. Pero donde 'Donde dije digo, digo Diego' porque ahora ese sentimiento 'british' parece que le abandona y ya ha anunciado que ha iniciado los trámites para renunciar a sus otras dos ciudadanías, la irlandesa y la británica. No lo olviden, Carney es un estadista, que tiró de patriotismo para ganarse a la progre sociedad canadiense y si para eso tiene que renunciar a la nacionalidad que le dio de comer durante años, lo hace.
Un diputado canadiense se refirió a Carney como un "novio poco fiable" por ciertas políticas que adoptó en el Banco de Inglaterra, y parece que no se equivocaba.