La Conferencia Episcopal de Alemania publicó este lunes sus datos oficiales. En 2021, 359.388 personas abandonaron la Iglesia Católica, batiendo récord, y haciendo patente la crisis religiosa alemana. En 2019 fueron 273.000 personas las que se fueron de la Iglesia Católica. Por su lado, la Iglesia luterana alemana también llegó a cifras récords de abandono, con 280.000 protestantes menos en 2021. A la vista de los datos, el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Georg Bätzing, ha afirmado estar “conmocionado”. 

Recuerden que en Alemania está vigente el impuesto religioso germano que se remonta a tiempos de Adolf Hitler, por el que todo alemán, salvo que se confiese ateo o agnóstico, debe pagar un suplemento extra de aproximadamente el 9% de sus impuestos. Eso sí, el impuesto lo pagan católicos y protestantes, lo musulmanes están exentos. 

Y no se crean que los sacerdotes protestan: en teoría, pueden incluso prohibir la confesión o la comunión a un feligrés que no paga el impuesto religioso, que va a parar a la jerarquía, es decir, los obispos se convierten en ricachones que administran rentas y los sacerdotes en sus inspectores particulares. 

Si bien es cierto que este impuesto causa que muchos alemanes se confiesen agnósticos sin serlo, para no pagar, la deriva de la Iglesia Católica alemana colabora, y mucho, en este abandono masivo de fieles. Como ya contamos en Hispanidad, haciendo uso del venenoso concepto de sinodalidad, los obispos alemanes se alzaron para destruir la Iglesia, sí la mundial. Así, tenemos una jerarquía alemana absolutamente desquiciada en pleno cisma con Roma, que cada vez pierde más fieles. 

E insistimos¿Por qué no excomulgamos a todos los obispos alemanes? Si ellos pretenden el cisma, ¿por qué no adelantarnos? Así no se separarían ellos, sino que serían expulsados y Roma los sustituiría por sacerdotes fieles al Magisterio y a Pedro.

Si desapareciera el impuesto religioso y si la Iglesia Católica alemana volviera al camino de Roma, a lo mejor Alemania se recristianizaba, que falta le hace.