Entre septiembre y noviembre de 2020, se libró una guerra entre Armenia (país cristiano) y Azerbaiyán (país musulmán), por la región de Nagorno-Karabaj. Tras la caída de la Unión Soviética, esta región quedó bajo soberanía de Azerbaiyán, hasta que en 1994 fue ocupada por las fuerzas militares armenias. Desde entonces, las autoridades de Armenia proclamaron el territorio como República de Artsaj.

En la región de Nagorno-Karabaj vivía un importante número de armenios cristianos, hasta que en ese año 2020, Azerbaiyán, país de mayoría islámica y de cultura turca, inició una ofensiva para recuperar el enclave, con apoyo logístico de Turquía.

Tras el ataque de los musulmanes de Azerbaiyán, el pasado 9 de noviembre de 2020 se firmó un acuerdo con la influencia de Rusia y de Turquía.

El acuerdo se saldó con la entrega por parte de Armenia a Azerbaiyán de territorios en la región de Nagorno Karabaj, una zona en la que viven muchos cristianos y cuyos ciudadanos votaron en 2017 para llamarla República de Artsaj. La negociación conllevó, por un lado, que Armenia renunciase a un tercio de un territorio que históricamente siempre ha sido suyo y, por el otro, premiar a Azerbaiyán por un ataque militar masivo, apoyado por Turquía. Además, Azerbaiyán recuperó territorios como la importante ciudad de Shusha, donde se alzaba la Catedral de San Salvador, destruida en un bombardeo azerí.

Después de eso, como recogió también Hispanidad, en Nagorno Karabaj se produjo una persecución religiosa de los azerbaiyanos (musulmanes) contra los armenios (cristianos).

Armenia y Azerbaiyán se han acusado varias veces y mutuamente de haber violado el acuerdo de 2020, que puso fin a la segunda guerra de Nagorno-Karabaj, luego de la de 1994.

Desde hace unos tres meses, Azerbaiyán ha intensificado el asedio y bloqueo de 120.000 cristianos en Nagorno-Karabaj, sin alimentos ni medicinas, cuyas vías de abastecimiento cortó en diciembre de 2022. La única ruta de acceso es el llamado Corredor de Lachin, pero el paso o 'check point' ha sido bloqueado por las tropas de Azerbaiyán, impidiendo el paso de insumos de primera necesidad. Frente a los excesos de las fuerzas de Azerbaiyán, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, denunció una "limpieza étnica" ante la "impunidad internacional", según señala La Nuova Bussola Quotidiana, recoge Aciprensa.

Frente a los excesos de las fuerzas de Azerbaiyán, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, denunció una "limpieza étnica" ante la "impunidad internacional

Frente a los excesos de las fuerzas de Azerbaiyán, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, denunció una "limpieza étnica" ante la "impunidad internacional", según señala La Nuova Bussola Quotidiana. El bloqueo de los musulmanes ha causado indignación entre activistas de derechos humanos que acusan a ese país de realizar esa limpieza étnica.

En este contexto, el pasado 19 de septiembre Azerbaiyán volvió a atacar a los armenios de la región separatista de Nagorno-Karabaj, también conocida como Artsaj, recoge Aciprensa.

Tras la defensa inicial, los armenios acordaron deponer las armas y disolver sus fuerzas militares. Ayer miércoles, el Ministerio de Defensa de la República de Azerbaiyán dijo que “a las 13:00 horas del 20 de septiembre de 2023 se llegó a un acuerdo para detener las medidas antiterroristas”.

Los términos del acuerdo, según el Ministerio de Defensa azerí, eran que todos “los grupos armados ilegales depongan las armas, se retiren de sus posiciones de batalla y puestos militares y sean sometidos a un desarme completo” y, “al mismo tiempo, todas las municiones y equipo militar pesado sea entregado”. Según el Ministerio de Defensa azerí, el desarme se llevará a cabo bajo la supervisión del contingente ruso de mantenimiento de la paz apostado en la región.

El obispo armenio Vrtanes Abrhamyan, en una entrevista el año pasado en Tempi, aseguró: “Armenia es un dique: si cae, Europa será islamizada. Me pregunto cuándo entenderán esto nuestros hermanos cristianos

Reuters informó que la República de Artsaj también aceptó el desarme, indicando: “En la situación actual, las acciones de la comunidad internacional para poner fin a la guerra y resolver la situación son inadecuadas. Considerando todo esto, las autoridades de la República de Artsaj aceptan la propuesta del mando del contingente de paz ruso de cesar el fuego”.

Según informa la BBC, un día después de que los soldados de Azerbaiyán atacaran Nagorno-Karabaj, las fuerzas armenias aceptaron un alto al fuego propuesto por Rusia, que contempla el desarme completo. Anteriormente ya hubo un alto al fuego, pero el ejército de Azerbaiyán lo había roto alegando que realizaba operaciones “antiterroristas".

Cabe recordar que el obispo armenio Vrtanes Abrhamyan, en una entrevista el año pasado en Tempi, aseguró: “Armenia es un dique: si cae, Europa será islamizada. Me pregunto cuándo entenderán esto nuestros hermanos cristianos. Para nosotros, el cristianismo no es un vestido que podamos ponernos y quitarnos a voluntad: es nuestra piel y no se puede cambiar. A lo largo de la historia nunca hemos traicionado a Jesús. Seremos felices si otros pueblos nos ayudan a llevar esta cruz”.