La huelga política de la sanidad contra la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa. 

El vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio, en una muestra más del uso político de esta huelga, ha detallado durante una intervención en La hora de la 1 que la huelga habría sido secundada apenas por 50 sanitarios: "Desde hace un año se ha mejorado el sueldo medio de médico de familia en 3.800 euros. Da igual lo que ofrezcamos (...) Esta huelga no es nada. En Madrid hay 84.000 profesionales sanitarios y la huelga la secundan 50, según datos de seguimiento".

En la misma línea, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, en declaraciones a Okdiario, ha asegurado que Amyts, sindicato convocante de los paros, pretende alargar el conflicto hasta las elecciones de mayo por razones políticas: "Sin ninguna duda".

"Amyts parecía un sindicato pero las conexiones con la izquierda madrileña son más que evidentes" ha afirmado el consejero en alusión a los audios que fueron destapados cuando la huelga comenzó, donde una de las sindicalistas reconocía sus intenciones. "Amyts no tiene ninguna voluntad de acuerdo", continuaba Ruiz Escudero, que ha denunciado que cada día piden algo distinto en la mesa de negociación: "Cada vez que llegamos a un preacuerdo o nos acercamos vienen con una reivindicación nueva. Esto responde a algo que no es estrictamente sanitario o de organización de los centros de salud. Cada vez que hay una reunión, hay una nueva reivindicación". 

"Ya sabíamos que iba a ocurrir. Fue una manifestación de absoluto corte político. Fue un ataque directo al gobierno de la Comunidad de Madrid usando como excusa la sanidad. Viendo el perfil de los convocantes y el estado de nerviosismo y crispación de la izquierda madrileña y nacional, la manifestación reflejó lo que realmente era: un ataque directo a la presidenta Ayuso".

Pero claro, Ruiz Escudero y Ossorio son hombres de Ayuso, algo que escasea en Génova. Desde Hispanidad hemos retratado esos dos modelos de PP, el de la moderación de Feijóo, Sémper, Gamarra y compañía y el de la Presidenta madrileña, un verso suelto que molesta y mucho, y que encima, es más popular. 

Esta guerra Génova-Sol ya hizo que rodaran cabezas: no nos olvidemos de Teo y Pablo, o del caso más reciente, Enrique López. Pero desde la sede popular no aprenden y casualmente se filtran voces que dicen estar "preocupadas" porque la huelga de la sanidad puede afectarles a nivel nacional. 

Se dice, se comenta, se rumorea que el tema preocupa porque la Sanidad Pública importa a los ciudadanos y lo equiparan al escándalo de las rebajas de la ley 'sólo sí es sí". Temen que esto movilice a la izquierda a las urnas en mayo, alejándoles de la gobernabilidad. 

Desde la dirección del PP se repite el error: arremeter contra su principal activo político, primero con rumores y filtraciones, hasta que todo estalle. Parece que para destruir a los populares no hacen falta adversarios, se encargan ellos solos de suicidarse. 

¿Que no es Feijóo sino su gente? Sí, tampoco fue Pablo Casado sino Teodoro García Egea. Casado sólo lo permitió. Como Feijóo.