El secretario de Estado de Comunicación, el muy leal y benemérito Françesc Vallés anima siempre a los periodistas a seguir los duelos en OK Corral, entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Está seguro, siempre, de que su héroe va a vapulear el gallego y va a demostrar lo poca cosa que es.

Y el duelo se produjo en la tarde del martes 16. Como siempre no sirvió para nada, según costumbre y transcurrió entre la chulería de Sánchez y la sosería de Feijóo, entre un carácter radical y agresivo y otro tibio y perezoso. 

El debate, a cualquier cosa le llaman debate, fue la presencia en las listas electorales de Bildu de terroristas con delitos de sangre. Y fue entonces cuando Sánchez demostró que no tiene límites. El presidente del Gobierno aseguró que "quien quiera saber de qué es capaz el PP en la utilización electoral del terrorismo que recuerde lo que ocurrió en España los días 11, 12 y 13 de marzo de 2004".

¿Y qué ocurrió? Pues el triunfo del PSOE de Zapatero, al que más de veinte encuestas daban como perdedor en las inminentes elecciones del 11 de Marzo. En definitiva, el que utilizó el terrorismo, está vez el terrorismo yihadista, como arma electoral... ¡fue el PSOE! de ZP y de Sánchez. Recuerden a Rubalcaba: "los españoles no merecen un Gobierno que les mienta", aseguró mientras entronizaba su mentira. Y los manifestantes llenaron la calles y ZP llegó al poder. Le sufrimos durante siete largos años.

Así cambia Sánchez la historia. Sin vergüenza. Zapatero llegó al poder por accidente y por atentado, una tragedia en la que murieron 194 españoles. Pero ahora resulta que el que utilizó el terrorismo para llegar al Moncloa fue el PP. Pedro, esta vez te has pasado... una vez más. ¿Dónde está el límite del doctor Sánchez? ¿O es que no tiene límites?