La política que en lo que llevamos de legislatura ha venido practicando Junts, gracias a los siete diputados con los que cuenta en el Congreso, ha sido el permanente chantaje a Pedro Sánchez para sacarle cuantas más cosas mejor.

El ejemplo más palmario fue la ley de Amnistía, aunque su líder, Carlos Puigdemont, no ha podido beneficiarse de ella por el buen hacer de los tribunales españoles, que no la ven aplicable al caso concreto del fugitivo de la justicia española. 

Pero hay otro caso mucho más cercano en el tiempo, como ha sido, ayer mismo, sacarle al PSOE el compromiso de aprobar una norma por la que las empresas ubicadas fuera de Cataluña de más de 250 empleados o más de 50 millones de facturación tienen la obligación de atender en catalán a quien se lo requiera. 

Sin embargo, fuentes cercanas a Junts han explicado a El Confidencial que esa estrategia de permanente chantaje a Sánchez podría cambiar debido a que a los de Puigdemont puede interesarles el adelanto de las elecciones generales españolas. 

Y la razón es la creciente pujanza de un partido 'indepe' de pata negra, como es Aliança Catalana, liderado por la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, que según una encuesta publicada este lunes por El Mundo pasaría de sus actuales dos escaños en el Parlamento catalán a 11-14, en detrimento de Junts, que caería desde sus actuales 35 a 24-26.

A la formación política de Puigdemont no se le escapa que Aliança Catalana, en coherencia con sus postulados ultranacionalistas, no se presentará a unas generales, tal y como explicó su líder, Orriols, recientemente, en una entrevista en Crónica Global: “Entiendo que haya discrepancias dentro del partido sobre este tema, pero si Aliança Catalana decide presentarse al Congreso yo dejaría el partido. El partido que llevará a Cataluña a la independencia no puede ser comprado por España. Los partidos presuntamente catalanistas van a Madrid a ocupar sillas y a poner la mano. Este no es el compromiso que tenemos con nuestros votantes. No nos representa”. 

Es decir, si Aliança Catalana sigue ganando terreno a Junts en Cataluña, eso le puede quitar votos en unas elecciones generales pues los descontentos con el partido de Puigdemont podrían quedarse en su casa y no ir a votar, lo que traería como consecuencia menos escaños y por tanto menos dinero y cargos para repartir…, a costa del erario español. 

En Cataluña habrá quien piense que la postura de Aliança Catalana es mucho más auténticamente nacionalista que la del huido a Waterloo. Pero en este caso, a Puigdemont y los suyos les podría más el tradicional pragmatismo catalán, que muchos en España ven como puro egoísmo insolidario y estrechez de mente.

No hay más que escuchar las declaraciones diarias de su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, en las que las palabras 'Cataluña' y 'catalanes' no dejan de caérsele de la boca y que provocan en el español medio un sentimiento de rechazo, no contra Cataluña o los catalanes, sino contra la estrechez de miras y ombliguismo de los ‘indepes’. 

Siguiendo este razonamiento, y considerando como ciertas esas intenciones develadas por fuentes cercanas a Junts, solo quedaría por saber cómo van a ejecutar esa nueva estrategia del adelanto electoral en España. Por ejemplo, ¿apoyando una moción de censura del PP a Pedro Sánchez

Hoy mismo, el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol (PP) ha dicho que que "no debe ser descartable" que Junts vote una moción de censura junto a su partido para convocar luego unas elecciones, algo en lo que podrían ponerse de acuerdo pese a no coincidir "en la inmensa mayoría de cosas" con los independentistas. Por su parte, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha asegurado que su partido votaría junto al PP y Junts a favor de una moción de censura contra Pedro Sánchez. 

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