Carmen Calvo y Félix Bolaños, los amorosos en el ministerio de Presidencia, y Raquel Sánchez y José Luis Ábalos, en el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
A Carmen Calvo le ha costado contener la emoción al dejar la vicepresidencia del Gobierno y traspasar la cartera del ministerio de la Presidencia a Félix Bolaños. “Este es el traspaso más amoroso de la historia de la política española”, ha afirmado. “Las amistades se forjan en los momentos particularmente duros, han sido muchas horas, codo a codo, teléfono a teléfono, incluso, a veces, mirada a mirada”, ha resaltado, antes de ceder la palabra a su sucesor.
“Las veces que me he alegrado por no ser ministro”, ha señalado Bolaños. “Pero estas cosas ni se deben pedir ni se pueden rechazar”, ha justificado el nuevo hombre fuerte del Gobierno Sánchez.
Mucha más carga política ha tenido el traspaso en la sede del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en la que José Luis Ábalos no ha mencionado a Pedro Sánchez, aunque sí lo hizo a través de Twitter. Su sucesora, Raquel Sánchez, exalcaldesa de Gavá, llega dispuesta a facilitar la vida de los ciudadanos, sobre todo en las grandes ciudades: “El reto de la Agenda Urbana que ya está en marcha es acabar con el secuestro de nuestras ciudades a manos del vehículo privado”. ¡Toma ya! En su lugar, mucho caminar y mucha bicicleta.
Isabel Celaá ha sido otra de las ministras salientes a la que, naturalmente, no le ha importado dejar el cargo. “La educación es el agua que se necesita para vivir, es conocimiento, es igualdad, es prosperidad”, ha afirmado. Luego, le ha marcado la hoja de ruta a su sucesora, Pilar Alegría, exdelegada del Gobierno en Aragón: “El surco del arado está trazado. Falta seguirlo. Un trabajo duro, querida Pilar, porque no lo hay blando en educación”, le ha dicho. Muy bonito. La concertada no la echará de menos.
Más emociones, las del exministro José Luis Rodríguez Uribes, que deja el ministerio de Cultura y Deportes en manos de Miquel Iceta. “Hasta siempre y os llevo en mi corazón. Ha sido una experiencia extraordinaria”, se ha despedido.
Pedro Duque se ha marchado sin pena ni gloria, acorde con los tres años que llevaba al frente de Ciencia e Innovación. Ni siquiera ha tenido su minuto de gloria en el Canal 24 Horas, muy ocupado en el resto de traspasos y en la presentación del presidente Sánchez del Plan Perte al sector de la automoción, en Moncloa. La gran aportación de Duque: la creación de la Agencia Espacial Española, aunque, en realidad, fue anunciada por Iván Redondo. Ser astronauta para esto…
Menos mal que le sustituye Diana Morant, figura clave de la ciencia y la innovación españolas. Lo saben en Gandía.