
En el contexto político en el que se encuentra España, con un presidente del Gobierno, un Gobierno y un partido, el PSOE, acechados por los escándalos de corrupción, el histórico socialista Nicolás Redondo Terrerosha sido entrevistado por el diario La Razón.
Durante la entrevista, Redondo sentencia que nos encontramos "en una crisis política como nunca la habíamos conocido".
Se muestra convencido de que Sánchez "sí conocía la gravedad de lo que estaba sucediendo, por lo menos últimamente, porque todo indica que la estrategia contra la UCO y algunas otras cuestiones iban dirigidas a entorpecer esa investigación de la Guardia Civil". Aunque "el menudeo y todo lo que está alrededor de estos casos de corrupción no lo sabía y no tiene por que saberlo".
Y también pide elecciones anticipadas: "Pedro Sánchez ha quedado tocado con esto y lo que la ética impone sería convocar elecciones. Pero no solo por lo que está sucediendo, sino porque la legislatura ha sido imposible. No se debió iniciar nunca. Es un Gobierno imposible porque se pactó en Bruselas con una persona que no puede pisar territorio español. El Gobierno sobrevive por el apoyo de Bildu, que no ha hecho el recorrido moral que tiene que hacer un partido heredero de ETA que nunca ha renunciado a ese legado. Esta legislatura es posible porque está apoyada por ERC, por Junts. Todo esto está descoyuntando a España".
Pero hace un matiz importante respecto a otros casos de corrupción anteriores: "Este caso de corrupción u otros que salgan son más graves, porque provocan más desesperanza. En épocas anteriores, la esperanza de los ciudadanos no desaparecía, aunque sí provocaba la corrupción una repulsa visceral, pero la gente sentía que el país funcionaba. Hoy, ese caso de corrupción está enmarcado en una ofensiva contra la Guardia Civil, pero también con una reforma de la Justicia, que hará de ella un piso okupado por el Gobierno, donde la Fiscalía pierde la poca independencia que pueda tener ahora, se jerarquizará más y se convertirá en un instrumento más del Gobierno. Con esa reforma en marcha, hoy la UCO no habría actuado libremente".
Por eso, añade: "Para mí, Sánchez debería marcharse. Si Sánchez se creyera que lo ha hecho bien y que no tiene responsabilidades en el caso, yo convocaría y me presentaría, porque no puede gobernar".
Aunque reconoce que el presidente del Gobierno "tiene pocos alicientes para hacerlo. Cuenta con unos socios que le van a seguir apoyando aunque se conviertan en cómplices. En ese ámbito puede tener una cierta tranquilidad y como de lo que se trata es de estar en el Gobierno y no de gobernar, eso para él es suficiente. Y en el partido, no hay posibilidad de enfrentamiento, pues está pacificado, pese a las voces de Page, Lambán o Felipe González. Por tanto, no tiene motivos para convocar elecciones excepto que las cosas se agraven todavía más. No hay corrupción política más clara que el CIS. En uno de los peores momentos del PSOE le saca siete puntos de ventaja al PP. Si eso fuera cierto, si se lo creyera convocaría ya elecciones porque sería la mejor situación posible él".
Por último enumera las reformas que, a su juicio, necesita España mediante un "acuerdo", que son: "Necesitamos una política reformista. También un saneamiento de algunas de las instituciones del país. Dejar tranquila a la Justicia. Desokupar las empresas públicas. Recuperar el papel del Congreso. Más sentido común que ideológico. Moderación y reformismo. La política española está dominada por un partido como Bildu o Rufián. Necesitamos lo contrario, pero lo contrario no es Abascal".