Las exclusivas de El Mundo revelando mensajes de WhatsApps entre Pedro Sánchez y su exnúmero 2, José Luis Ábalos, han provocado una cascada de reacciones durante esta mañana... y hasta en tono de humor.

Ayer, este periódico publicaba las opiniones del presidente del Gobierno sobre barones díscolos del PSOE. Por ejemplo, sobre Emiliano García Page (presidente de Castilla la Mancha), Sánchez ordenaba a Ábalos: "Creo que convendría que tanto tú -Ábalos- como Santos -Cerdán- le pegarais un toque -a Page- y que dejara de tocar los cojones". 

Al expresidente socialista de Aragón, Javier Lambán, el secretario general socialista le llamaba "Petardo". 

Y a un tuit del anterior líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, Sánchez lo calificaba de "impresentable".   

Esta mañana, en declaraciones a Onda Cero y COPE, Javier Lambán ha contado que "yo tuve tres o cuatro episodios con Sánchez, telefónicos todos ellos, donde me sorprendía la ira, la pérdida de control que incluso a veces yo percibía ante comentarios que yo había hecho y que no le habían gustado". "La dureza de Sánchez en (algunas) de nuestras conversaciones era desproporcionada".

Por su parte, Emiliano García-Page también ha declarado en Onda Cero que "no era ningún teatrillo, sí se notaba tensión y se notaba que las cosas estaban incómodas". Ha añadido que "o algunos de los que tenían el mandato de apretarme no han cumplido" o "lo han hecho de alguna manera que han sido ineficaces". Page añade que d esas conversaciones se deduce que Ábalos y Sánchez eran "uña y carne". "Ábalos en buena medida (era) artífice de la carrera política de Pedro Sánchez". "A mí me duele mucho más los pactos con los independentistas que lo que puedan pensar de mí personalmente". 

Desde el PP también están realizando valoraciones. Por ejemplo, la de la secretaria general, Cuca Gamarra:

La presidenta de Madrid, Isabel Diaz Ayuso (PP) ha destacado esta mañana: "Lo que me llama la atención en este caso es cómo el Gobierno hoy se sorprende del tema de las filtraciones y se pone así de estupendo. Lo de que haya o no conversaciones privadas en ningún periódico a nadie nos gusta, pero hay que ver que tengan que ser precisamente ellos los que se llevan las manos a la cabeza". Y ha afeado que el el PSOE critique ahora la filtraciones de mensajes "cuando son los que han promovido y han filtrado desde los poderes del Estado inspecciones fiscales, datos anónimos de particulares, de sus domicilios, hasta reformas de las viviendas de personas cercanas a adversarios políticos, aunque luego la justicia les dé la razón y aquí no pasa nada". "Aquí se ha filtrado de todo contra todos".

Y es que, efectivamente, algunos de los miembros del Gobierno han puesto el grito en el cielo y se han escandalizado de la difusión de estos mensajes "privados" entre Sánchez y Ábalos. Por ejemplo, para el ministro de Agricultura, Luis Planas, se trata de "un delito". Para la ministra de Igualdad, Ana Redondo, tal difusión de mensajes entre ambos "vulnera su derecho a la intimidad", por lo que "es grave y debe ser investigado". En la misma línea, el  ministro de Industria, Jordi Hereu, ha dicho: "Me preocupa las filtraciones de conversaciones privadas". 

Sin embargo, los ultracomunistas de Podemos no lo ven igual y su secretario de Organización y portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha destacado que "es prácticamente inverosímil que Pedro Sánchez no supiese nada de los tejemanejes y de las actitudes presuntamente corruptas del señor Ábalos". En consecuencia, tanto el PSOE como Sánchez aún tienen que dar "muchas explicaciones" del motivo del cese de Ábalos.

Lo curioso es que al PSOE y al Gobierno del PSOE le escandaliza la difusión de conversaciones privadas, pero le encantó conocer y utilizó --y vaya que si las utilizó-- las que trascendieron entre el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy (PP) y el Tesorero de su partido, Luis Bárcenas: "Luis, sé fuerte". 

En cualquier caso, de la difusión de estos mensajes, El Español interpreta que Ábalos está presionando a Sánchez para que le proteja de las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Fiscalía Anticorrupción. Porque ya hace tiempo que el exnúmero 2 del PSOE declaró a este medio: "Si hablo, puedo hacer caer el Gobierno". "Cualquier exsecretario de Organización tiene toda la información del partido" e incluso "todos los detalles de las primarias".