
Consejo de Ministros del martes 29 de julio, último antes de vacaciones. Sánchez envió de despedida, a sus dos matones preferidos, la pareja de Óscar, López y Puente, flanqueando a la insufrible vicepresidente Yolanda Díaz quien también practica aquello de que el contrario nunca posee rectitud de intención y yo poseo la mayoría social. Yolanda Díaz ha dicho hoy, en sala de prensa de la Moncloa, que 12,5 millones de asalariados y asalariadas españoles y españolas, todos y todas, quizás todes, estaban esperando la ampliación del periodo de lactancia y cuidado de los hijos. Ya hemos entrado en la trampa que esto significa. Ahora sólo quiero reparar en el hecho de que Yoli considera que todos y cada uno, y cada una, y cada une, de los 12,5 millones de asalariados españoles, y españolas y españolos, están de acuerdo con la medida. La mayoría social es... la del Yoli: je suis la majorité sociale.
Y no digo yo que no lo estén, campeona. Si prometes a la mayoría social reducir la jornada laboral a la tercera parte y cobrar el triple, es probable que los 12,5 millones de asalariados, e incluso alguno más, digan que están de acuerdo. El problema es que el país quebraría al día siguiente. Ahora bien, la mayoría social estaría contigo queridísima Yoli, sólo contigo.
¿Que por qué estaba allí Óscar Puente?. Para insultar, naturalmente, es lo que mejor hace.
Ahora bien, más que proyectos lo que quería decir es que, aunque José Luis Ábalos se haya querellado contra él, -eran muy amigos-, él no tiene nada que ver, porque, de hecho, no se ha querellado contra él sino contra su ministerio, es muy distinto. Y todo ello al rebufo de la famosa auditoria encargada por Puente para defender a Ábalos. Pero ya saben lo que pasa, pones a alguien a trabajar en una auditoria y has abierto la puertas del infierno, te puede surgir, por ejemplo, a verdad.
🔴 ÚLTIMA HORA | Ábalos anuncia que tirará de la manta contra la corrupción del PSOE y colaborará con Anticorrupción: "Tengo una voluntad tremenda de colaborar".
— Unai Cano (@unaicano10) July 29, 2025
"Quiero acabar con este calvario".
"Hay cosas que no pueden esconder ni disimular".
Tic tac... @sanchezcastejon. pic.twitter.com/GAy8Vt6d94
De chiste. Para entendernos que Ábalos ha visto a Cerdán entrar en prisión y ya advertido que como no le ayuden empieza a cantar.
Lo que no es de chiste es el proyecto para crear un Registro de periodistas. Ya saben para luchar contra el bulo. Aquí será periodista o será periódico, aquel o aquello que Óscar López diga que es periodista o que es periódico. 'Fásil', que dijo un vasco.
Pero ojo, hoy nos ha sorprendido con que el mismo proyecto de ley servirá para luchar contra los discursos de odio en las redes. Sí, ya sé que los delitos de odio son el mayor y más repugnante invento para censurar al discrepante, pero es que ahora, el matón Óscar López ha avanzado más: ya nos habían avisado del Registro pero no que, se creará una autoridad naturalmente ajena al gobierno y a lo políticamente correcto pero de su misma sensibilidad, que podrá actuar al margen de los tribunales.
El Gobierno ha aprobado el proyecto de ley para la mejora de la gobernanza democrática en servicios digitales y medios de comunicación.
— La Moncloa (@desdelamoncloa) July 29, 2025
Este proyecto adapta nuestro ordenamiento jurídico a la normativa europea.
Así lo ha contado el ministro de @mintradigital, @oscarlopeztwit. pic.twitter.com/D9vcwOyPdP
Sí, han oido bien, como en la Rusia Soviética. Y es que, asegura Oscarín, cuya soberana cabeza tiene obnubilados a los tuiteros, se dice una cosa en las redes y los tribunales son tan lentos, que se verá obligado a la crear la oficina oficial de censura. Les recuerdo que el 510 del Código Penal, cuando se va por la vía lenta, por la judicial, te pueden caer a hasta cuatro años de cárcel. A lo mejor, el estamento gubernamental de Oscarín, mucho más rápido y más ecuánime te condena a ser fusilado... por odiador. Mismamente.
Asegura que los jueces son muy lentos y que para castigar al discrepante, perdón, al odiador, hay que actuar más rápido, desde el gobierno, mismamente. Y miren por dónde: así comienzan todas las tiranías.
Y es que en España todo pasa por Puente o por López, por Oscarín o por Oscarón.










