Consejo de Ministros del martes 21. Acompañando a la censora portavoz, Isabel Rodríguez, sale a escena Nadia Calviño, vicepresidente del Gobierno que aprovechando que Pedro Sánchez está apagando volcanes ha presidido el Consejo. Fíjense si será censora doña Isabel, antes alcaldesa de Puertollano, que tras permitir una serie de preguntas de los ‘cagatintas’, cada vez menos, asegura que debe dar por concluida la rueda de prensa porque iba a a intervenir el señor presidente del Gobierno, desde la Palma: palabras de circunstancias y declaración institucional de 3,56 minutos de duración sin preguntas. Y eso ocurrió media hora después del finiquito de doña Isabel.

Por cierto que la frase sanchera de “todo se está desarrollando según lo previsto”, dará que hablar, no lo duden: ¡Joé con las previsiones presidenciales!

En cualquier caso, se trata de una portavoz extraordinariamente previsible cuando le preguntan por las cuestiones de actualidad. Ejemplos:

La exministra González Laya imputada por traer a España al líder Polisario y provocar la ira de Marruecos (¿Es tan importante eso?), algo que le viene bien a Sánchez, que así contentará a Rabat.

Laya

Pues bien, doña Isabel responde que el Gobierno respeta las decisiones judiciales: “El Gobierno actúa bajo el criterio de legalidad”. Sólo faltaba que actuara bajo criterios de ilegalidad, pero, al parecer, hay un juez en Zaragoza que no piensa lo mismo. Y por tanto, había que responder otra cosa.

Otra pregunta. La Comisión Europea ha pedido dos cosas: que se renueve el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que sean los jueces los que elijan a los jueces, punto este último que constituye la tesis del Partido Popular.

Pues bien, doña Isabel miente. Asegura que Europa le ha dado la razón porque pide la renovación del CGPJ pero ignora la segunda parte, porque le otorga razón al PP

Le piden que juzgue a Mercedes González, delegada del Gobierno en Madrid quien se niega a dimitir después de que grupos ultra (a lo mejor eran socialistas como insinúa Santiago Abascal) le engañaron al solicitar una manifestación. Respuesta de Isabel Rodríguez: los españoles aman la diversidad. ¿Y qué?

engañada

Pero la estrella de la jornada era Nadia Calviño, responsable de la vicepresidencia primera.

Calviño es una eurócrata sin ideas propias convencida de que, si repite algo 100 veces es probable que alguien se lo crea. Ella ya ha repetido 100 veces que hemos salido de la crisis, que estamos en plena recuperación, que ella sí sabe salir de la crisis y no Mariano Rajoy… pero hoy se ha pasado. Ojo al dato: “España será uno de los motores de la recuperación económica en Europa y a nivel mundial”. ¡Ole, ole y ole!

Mire usted, la recuperación es la gran mentira del sanchismo. Vale, una de ellas, que ha proferido muchas. Lo cierto es que salimos de la crisis gracias a la deuda que ya anda por el 120% del PIB y un déficit fiscal que ronda el 8%.  

Y la renta de las familias, el gran éxito del que presume Nadia Calviño, no es más que el producto de una España subvencionada.

Claro que con las subvenciones públicas nadie se queda atrás. Es más, lo que ocurre es que nos quedamos todos, porque entre todos tendremos que pagar la enorme deuda asumida. Ergo prepárense para una fiscalidad confiscatoria, dado que ningún político se atreve a reducir el gasto público.