Teresa Ribera, Isabel Rodríguez y Luis Planas están en campaña electoral y presumen de más ayudas... ahora para agricultores y ganaderos por la sequía
Consejo de Ministros extraordinario del jueves 11 de mayo... para aprobar medidas contra la sequía (eso dicen desde Moncloa, claro está). Y asistimos a nuevas contradicciones ecologistas ahora al estilo de Teresa Ribera, que quiere construir nuevas desaladoras que se muevan... por energía fotovoltaica. ¡Olé!
Tras recomendar a los regantes de Huelva que hagan mermelada o helado de fresa, la vicepresidenta ecológica quiere asegurar la disponibilidad de agua con desaladoras y reutilización de aguas urbanas (es decir, de aguas residuales). Ambas cosas reflejan las contradicciones ecologistas. Primero, porque desalar agua de mar (mediante un proceso llamado ósmosis inversa -es decir, golpeando grandes cantidades de agua-) requiere de una gran cantidad de energía y que esta sea intensiva, por lo que lo mejor es la energía nuclear (en Jordania, por ejemplo, hay desaladoras movidas por nucleares), pero ya saben que Ribera tiene una gran obsesión antinuclear, pese a que no emite CO2. Por eso, esta apuesta porque las desaladoras se muevan por energía fotovoltaica, que no es intensiva y encima depende del sol, por lo que su producción es intermitente. Y segundo, porque ya en su día se criticó que se usaran aguas residuales tratadas para regar campos de golf.
Otra cosa llamativa es que Ribera ha hablado de que se ha encargado a Acuamed, empresa que depende de su Departamento (y está siendo investigada en la Audiencia Nacional desde hace años porque supuestamente su excúpula inflaba el precio de las obras a cambio de regalos), un convenio especial de gestión directa. Ribera ha presumido de que se destinarán 1.400 millones de euros (procedentes de los Presupuestos Generales del Estado y de los fondos europeos Next Generation) a garantizar la disponibilidad de agua a través de la construcción de plantas desalinizadoras (incluyendo las plantas fotovoltaicas que les proporcionen energía), los bombeos hidráulicos de emergencia y la adecuación de tomas para garantizar el abastecimiento; y habrá un precio de venta máximo del agua de las desaladoras fijado y asequible para los regantes, así como una reducción de la cuota del canon de regulación y de la tarifa de utilización del agua.
Paralelamente, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, está ya en campaña electoral (y eso que la campaña de las elecciones municipales y autonómicas no arranca de forma oficial hasta la madrugada del viernes 12). Y es que ha presumido de la ampliación de las ayudas para agricultores y ganaderos. Es más ha afirmado que “el Gobierno de España tampoco falla a los agricultores y ganaderos”, en respuesta a las críticas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.