¿Quién ha incumplido y sigue incumpliendo la Constitución?
La actualidad política semanal de la semana en curso, primera de noviembre, mes de los difuntos, es la misma que la de la semana anterior. El pérfido Partido Popular -más tonto que pérfido, en mi opinión- ha roto las negociaciones con el PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Tras los rasgados de vestiduras de todo el Gobierno, incluida la que parecía ministra razonable, Margarita Robles, las invocaciones, dramáticas, por supuesto, de Pedro Sánchez y -'of course'- del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, vamos a ver qué es lo que realmente está ocurriendo.
A ver, ¿por qué se habla de colapso de la justicia y de quiebra constitucional? Dejando a un lado que algunos pensamos que esto de que la justicia esté colapsada no tiene por qué ser malo para Juan Español, lo cierto es que si el CGPJ no puede hacer nombramientos de jueces en las distintas instancias judiciales es, sencillamente, porque el PSOE así lo dictaminó, para forzar al PP a aceptar nombramientos de jueces progres en el CGPJ y en el Tribunal Constitucional, no porque el PP se niegue a cambiar el Consejo.
Si se quieren cubrir más vacantes la cosa es sencilla: que el PSOE se rectifique a sí mismo y un CGPJ en funciones realice esos nombramientos.
Además, por encima de los embustes de Bolaños y del rasgado de vestiduras de Sánchez, lo cierto es que Feijóo ha hecho bien en romper las negociaciones para la renovación del CGPJ... y en romper cualquier otra negociación con el PSOE porque el Sanchismo es, por naturaleza, fullero y tramposo pero, sobre todo, porque gobierna con ultras de izquierda y separatistas de derechas. En definitiva, Pedro Sánchez es un cínico.
Su mayor muestra de cinismo se dejó ver cuando, en sede parlamentaria y para despreciar a Vox como conspiracionista, aseguró no recordar el nombre de George Soros, "ese húngaro que luego se fue a Estados Unidos". Pero Pedro, ¿no recuerdas el nombre de quien es tu amo y señor, a quién no osarías contradecir, el que te proporcionó tu primer trabajo en la esfera internacional (la antiqua Yugoslavia), al primer magnate al que recibiste nada más llegar a La Moncloa, vía moción de censura, cuyo hijo, Alexander, te prepara tus viajes a Nueva York para ser recibido por el 'ghota' de las finanzas internacionales, el mismo que convenció a Joe Biden paa que te recibiera, recepción que sólo sirvió par que te exigiera (Biden, no Soros) que traicionaras a ceutíes, melillenses y saharahuis? ¿De verdad, Pedro, que no te acordabas de su nombre, Pedro? ¿O eres Antonio?
Así que la ruptura de negociaciones entre PP y PSOE por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es una gran noticia. A lo mejor sirve para crear una justicia menos politizada y eso que ya conocen la postura de Hispanidad: no basta, aunque no es malo, que sean los jueces los que elijan el poder judicial y no lo partidos políticos. Quien debe elegir a los jueces es el pueblo, al menos en su escalón, más importante, el primero del escalafón. Otra cosa es la carrera judicial y el poder judicial. Y luego, en la cúpula judicial, no nos importa que sea el Gobierno, como en Estados Unidos, con tal de que sean jueces por plazo limitado, es decir, independientes del Gobierno.