
Por las declaraciones del ministro de la separación de poderes del Sanchismo, Presidencia, Justicia y Relaciones, en el Senado, no nos extraña que don Félix sea el 'ojito derecho' de Pedro.
Félix Bolaños ha acudido a la Cámara Alta a petición de PP y Vox, que querían recibir explicaciones sobre el proceso del ex Fiscal General. Pero el fallo ya ha salido, por lo que le intervención de Bolaños ha servido como acto de arrogancia, cinismo y caradura. "Conocimos el fallo hace dos semanas, pero todavía no conocemos la sentencia", aseguraba el ministro, al tiempo que ataca al Supremo diciendo que sería "buena noticia" conocer cuanto antes el texto de la sentencia sobre García Ortiz.
En la comisión, Bolaños ha explicado las reformas judiciales en marcha y las medidas para luchar "con mayor eficacia contra la corrupción"... tranquilos que no se refiere a la corrupción que ahoga al PSOE y a Sánchez. Félix habla de ir contra las acciones que buscan "el menoscabo de instituciones democráticas por el ataques sin piedad" de algunos extremismos. ¿Lo ven? No hay corrupción, ni caso Begoña, ni David ni cloacas, son todos desconocidos, inventos, bulos y odio de la extrema derecha. Es más, según Bolaños, tanto las instituciones españolas como las europeas están recibiendo "ataques políticos que intentan minar la credibilidad de las instituciones democráticas".
Bueno, Bolaños hace autocrítica y reconoce "un factor interno", presuntos casos de corrupción que "socaban" la confianza de los ciudadanos en las instituciones y generan una "legítima preocupación social".
Pero no se crean, que Félix defiende que tanto "el Gobierno y el partido fundamental que lo sustenta ha demostrado que no hay ninguna tolerancia ante el más mínimo indicio de posible corrupción". El ministro ha destacado que no se ha esperado a que la Justicia haga su trabajo, sino que se han tomado medidas "desde el conocimiento de los primeros indicios". Efectivamente, la carta a la ciudadanía de Sánchez, sin duda, es una respuesta "con contundencia y con determinación".










